La salud del corazón y la higiene oral están relacionadas


La mala salud oral puede afectar el corazón. La enfermedad periodontal es un cuadro crónico que aparece ente los 20 y 25 años por acumulación de la bio-película o placa bacteriana que se encuentra en la boca y que está compuesta hasta por 400 tipos de bacterias.

Éstas, causantes de la periodontitis, se alojan entre la encía y el hueso y por lo general se descubren en estado avanzado.

La acumulación de placa bacteriana es peligrosa también para el corazón


El sangrado y no el dolor ni el enrojecimiento, es el primer y único signo de esta enfermedad. Las periodontitis crónicas se caracterizan por la acumulación de placa bacteriana y cálculo.

Sin embargo en las periodontitis agresivas, en muchas ocasiones no se requiere que exista una alta pre valencia de placa bacteriana ni de cálculos. Esta enfermedad puede destruir (sin generar algún tipo de dolor) todos los tejidos que dan soporte a los dientes (hueso, encías, ligamento periodontal) durante toda la vida del adulto.

Estudios llevados a cabo en los últimos años reafirman la estrecha relación entre la boca y el corazón.

El riesgo coronario de una persona con periodontitis es mayor que el de un fumador y sólo menor que el de una persona con colesterol elevado.

Se estima que el proceso inflamatorio de las encías puede puede ser iniciado no solo por las bacterias, sino también por las propias células de defensa "activadas" como los linfocitos, los monocitos o los eritrocitos, los cuales se depositan en las paredes arteriales. Cuando los lípidos se pegan sobre estas paredes comienza a formarse la placa de ateroma.

Ejercita tu cuerpo y tu corazón:



30 minutos de ejercicio físico de intensidad moderada, cinco veces a la semana, reduce el riesgo de cardiopatía y derrame cerebral. El ejercicio físico no es solo deporte. Es cualquier movimiento corporal que requiera el uso de energía.

Desde una práctica deportiva, hasta las más diversas actividades como simplemente caminar, bailar, hacer tareas domésticas o sacar a pasear al perro.

Además, el ejercicio estimula la producción de endorfinas (hormonas de la felicidad).

La idea es dedicarle un tiempo al cuerpo y evitar las conductas sedentarias y la quietud. Lo ideal es estar en movimiento.

Por ejemplo, algo que puedes hacer es que cuando estés en tu trabajo, te pares y camines por unos 3 ó 4 minutos a través de los pasillos varias veces en el día.

Ten en cuenta también los beneficios de la actividad física en general.

Aprende a comer:



Debes familiarizarte con una dieta que contenga un cantidad considerable de frutas, vegetales, granos, productos con bajo contenido graso como los lácteos descremados, pescados, legumbres, proteínas con poca grasa saturada, carnes rojas magras, pollo y proteínas de origen vegetal.

Recuerda que la idea no es abandonar todos los alimentos ni hacer dietas rigurosas, simplemente debes intentar consumir la misma cantidad de calorías que gastas en el transcurso del día.

Evita fumar y el humo del cigarrillo:



Después de dos años de dejar de fumar, el riesgo de cardiopatía se reduce substancialmente y después de 15 años el riesgo vuelve a ser el de un no fumador. Asesórate de manera profesional sobre cómo puedes dejar de fumar. Los fumadores pasivos también tienen un riesgo, aunque menor, de sufrir enfermedades cardio pulmonares.

El corazón en las mujeres:



Generalmente los temores principales se enfocan en el cáncer de cérvix o de mama, pero no se percatan de las molestias que pueda sufrir el corazón. El miedo al infarto prácticamente es nulo. Esto es comprensible, porque ellas tampoco saben que una amenaza grande está en su corazón.

Todo el mundo piensa que las enfermedades coronarias solo afectan a los hombres, lo cual es un gran error. EL corazón de la mujer no sólo es el órgano más sensible sino también el más traicionero:

"En el infarto, el corazón de la mujer no duele. Contrario al del hombre, éste no ofrece dolor torácico opresivo que se extienda hacia los brazos, las piernas o la mandíbula, acompañado de sudoración fría, nauseas y vómitos".

En el caso de las mujeres puede confundirse con dolor muscular o síntomas digestivos como acidez o malestar estomacal y puede aparecer en reposo.

Los dos principales factores de riesgo cardiovascular en las mujeres son el tabaquismo y el síndrome metabólico (glucemia alta, hipertensión, colesterol y triglicéridos elevados), los cuales son los principales elementos para predecir un mayor riesgo de sufrir enfermedades del corazón.

Fuentes:

Periódico El País.

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