Niños que se orinan en la cama - Enuresis: micción involuntaria


Los niños que "mojan" o se orinan en la cama, después de los 6 años, se los considera poseedores de algún tipo de patología. Esto puede afectar la autoestima y el rendimiento escolar en este período y en el futuro.

Cada vez que un niño o niña deciden ir a dormir a la cama, ya sea en una siesta o en la hora como tal de ir a dormir hasta el otro día, puede ocasionarse que éste o ésta despierten con la humedad a sus alrededores. El control de esfínteres, los sueños y otros factores están muy relacionados con este "problema".

¿Cuál debe ser mi reacción como padre, madre o acudiente cuando el niño se orina en la cama?


Generalmente ante esto muchos padres y madres reaccionan con maltrato hacia al niño, ya sea de manera física pegándole o dándole un "chancletazo". Otros de manera verbal alzando la voz para insultarle de algún modo porque piensan que el niño o niña "mojó" la cama a propósito.

Todo esto solo genera que el niño vaya perdiendo más y más su seguridad para desempeñarse en sociedad, ocasionando al mismo tiempo que su autoestima baje, y todo esto también deriva en un rendimiento escolar muy bajo.

Igualmente en otras actividades como los deportes, este tipo de niños o niñas van a sentir una inseguridad enorme y no van a querer participar en este tipo de actividades.

Tu reacción debe ser tranquila. Acuérdate que en la gran mayoría de los casos esto no es a propósito.

Recuerda cuando tu estabas en esa edad, ya que posiblemente también pasaste por ahí y de la misma manera tal vez tus padres te trataron muy mal frente a este problema, así que no hagas lo mismo con tus hijos y cambia en ese sentido.

La Enuresis es la persistencia de micciones incontoladas más allá de la edad que tenga la persona. Afecta principalmente a niños y adultos mayores, y en algunos casos a jóvenes y adultos.

Esta involuntariedad en la evacuación de la orina puede presentarse en cualquier hora o momento del día, aunque generalmente sucede más en las noches o en algún otro período de sueño.

A veces esta incapacidad para controlar o retener la orina puede presentarse en situaciones que generen algún tipo de estrés, ya sea es la escuela del niño o en algún tipo de reunión social con familiares y/o amigos cuando él o ella pueden ser el centro de atracción.

Esta patología amerita tratamiento especializado, así que si tu hijo o hija se siguen orinando de manera involuntaria después de los 3 años, lo mejor es consultar a un pediatra para que éste diagnostique el problema e indique el posterior tratamiento para solucionarlo.

Hasta la edad aproximada de los 2 años el vaciamiento de la vejiga puede ser automático e involuntario ya sea durante el día o la noche.

Entre los 2 y 3 años, aproximadamente, en un niño o niña normal, la maduración de la vejiga ya es lo suficiente como para que el infante sienta las ganas de orinar y así mismo indique a su madre o padre para que lo conduzcan hacia el baño.

Inclusive hay muchos niños y niñas que ya a esta edad pueden ir al baño por si solos, o que por lo menos lo intentan. Lo meritorio, aunque no lo hagan donde es o salpiquen la taza, es que ya ellos tienen la iniciativa de buscar un lugar adecuado donde descargar la orina.



Entre los 4 y 6 años la maduración de la vejiga y la capacidad interoceptiva (sensaciones viscerales o de los órganos) del niño o la niña ya debe ser lo suficiente para que éstos sientan las "ganas de orinar", y al mismo tiempo puedan contenerla durante el día o la noche hasta encontrar un sitio adecuado (el baño) para evacuar la orina.

¿Es la enuresis hereditaria?


En la gran mayoría de los casos la enuresis No es causada por problemas psicológicos como muchos creen, pues cuando así ocurre es de manera muy pasajera.

El origen de este trastorno cuando se torna crónico tiene que ver más con múltiples factores fisiológicos o funcionales del infante.

Entre ellos, la maduración tardía de la vejiga, es decir, que no completa su proceso de desarrollo a los 6 años como es normal, por lo que su capacidad de almacenamiento se reduce considerablemente.

Un niño de 8 años, por ejemplo, puede poseer una vejiga que solo almacene 120cc de orina, cuando lo normal es que pueda almacenar alrededor de los 300cc.

Esto suele tener relación con la historia familiar, pues muchos niños enuréticos tienen padres, tíos o abuelos que sufren o sufrieron del mismo problema.

De hecho, cuando padre y madre han sufrido enuresis en su niñez, existe un riesgo del 77% de que los hijos también la padezcan. Y si solo uno de los padres fue el afectado, esta probabilidad se reduce al 43%, que aun así es un tanto elevada.

En estos casos, el problema patológico puede cesar alrededor de los 12 años gracias a los cambios hormonales que se originan en la etapa de la pubertad.

Algunos especialistas han relacionado la enuresis con un trastorno en el sueño, en el que la percepción interoceptiva de una vejiga llena, no llega al cerebro. Otros desórdenes como la hiperactividad, el déficit de atención y la apnea del sueño también están muy relacionados con la enuresis.

Como dato curioso está el hecho de que cerca del 10% de los niños que padecen de enuresis presentan algún tipo de sensibilidad especial frente a alimentos como la leche, bebidas artificiales con cafeína, los cítricos, el chocolate y el huevo.

Cuando hay problemas para retener la orina en el día, muy probablemente se pueda deber también a otras anomalías, como es el caso de las infecciones urinarias o falta de inervación a causa de algún tipo de lesión medular o en la columna.

También puede ocurrir a consecuencia de desórdenes metabólicos en los que se secreta mucho calcio, lo que produce unas partículas que irritan la mucosa de la vejiga, haciendo que el infante orine a cada rato.

La enuresis puede ser tratada



Este es un problema que de no ser tratado a tiempo puede continuar en la adolescencia e inclusive en la edad adulta. Esto sucede en el 2% de los casos. Pero afortunadamente existen tratamientos que ofrecen altas tasas de curación.

Estos tratamientos duran, generalmente, entre 6 meses y 1 año. Entre los tratamientos se pueden encontrar medicamentos anticolinérgicos que generan dilatación en la vejiga, aumentado así su capacidad de almacenar el volumen de la orina. Sin embargo, la efectividad de este medicamento es solo del 50%.

Otras opciones son la formulación con desmopresina, la cual es una hormona que reduce la producción de orina y que se aplica por vía nasal en forma de gotas.

Y los antidepresivos tricíclicos que proporcionan relajación a nivel de la vejiga aumentando su capacidad de almacenamiento. Pero éstos solo pueden ser recetados después de los 8 años.

Por estas razones muchas veces los medicamentos se combinan con alarmas que se adhieren a las pijamas o la ropa interior, las cuales se encienden al detectar la más mínima humedad, lo que despierta al infante obligándolo a ir al baño.

Sin embargo, hay quienes opinan que este es un método un tanto estresante por las alteraciones que puede sufrir el período de sueño.

La contribución por parte de los padres en este tratamiento se limita a que ellos deben intentar que sus hijos e hijas reduzcan un poco el consumo de líquidos y de comidas abundantes antes de ir a dormir, ya que ésto puede aumentar en exceso la producción de agua y posteriormente de orina.

Para finalizar, quiero decir que para diagnosticar si el infante sufre de esta patología, lo mejor es confirmar la existencia de la misma sometiendo al menor a pruebas como exámenes de orina, cultivo, ecografía de los riñones y las vías urinarias, tanto con la vejiga llena como después de ser vaciada, con lo cual se determina si la vejiga tiene o no buena capacidad de almacenamiento y si deja algún tipo de residuos, pues más del 5% de residuos es un indicador claro de enuresis.

¿Tienes algo que decir sobre este artículo? Compártelo con nosotros en:

siguenos en facebook sígueme en Instagram Canal de youtube siguenos en Twitter