La tiroides es una glándula endocrina que se encuentra situada en la parte anterior (al frente) del cuello y está compuesta por dos lóbulos similares a las alas de una mariposa, que están conectados entre sí por un tejido llamado itsmo.
Cada lóbulo mide alrededor de 2 a 2,5 centímetros de ancho y espero y 4 de largo.
El hipotiroidismo es el nombre patológico que se otorga cuando la acción de la glándula tiroides disminuye en la producción de la hormona tiroidea, volviendo "lento" el del metabolismo de las personas, además de desencadenar otra serie de complejidades.
Los síntomas y signos de esta enfermedad no son muy específicos y pueden resultar aparentemente inofensivos.
Las personas que padecen de hipotiroidismo pueden presentar cansancio muy facilmente aún haciendo actividades físicas relativamente simples.
También pueden sentir somnolencia realizando cualquier tipo de actividad o ejercicio físico, intolerancia a las temperaturas bajas, pueden presentar una piel seca, es posible que se presente caída de cabello, cambios en la voz, alteraciones en la memoria, aumento leve o exagerado de peso, calambres en los músculos de las extremidades (principalmente las inferiores) y crecimiento o agrandamiento de la glándula tiroides.
Cuando el hipotiroidismo se presenta desde la infancia, es posible que este trastorno endocrino pueda afectar retardando el desarrollo puberal, talla baja, peso en aumento leve o exagerado y un posible trastorno en los procesos de aprendizaje.
El hipotiroidismo en las mujeres puede manifestarse con transtornos en la menstruación, salida sin control de leche a través de las glándulas mamarias e infertilidad. Cabe resaltar que esa salida de leche puede presentarse sin haber quedado en embarazo o mucho después de haber pasado por este estado.
También es posible que se presente un leve o pronunciado aumento en el peso.
El hipotiroidismo en los hombres puede ocasionar disfunción eréctil, disminución de la libido o deseo sexual y el temido aumento leve o pronunciado en el peso.
Causas del hipotiroidismo:
- Deficiencias del nivel de yodo, causado principalmente por una nutrición deficiente.
- Tiroiditis autoinmune (inflamación de la glándula, en donde nuestro propio organismo produce células que atacan la glándula tiroides).
- Cirugía, por cualquier motivo, en la glándula tiroides.
- Aplicación de yodo radioactivo para otras enfermedades tiroideas.
- Consumo de medicamentos como el metimazol, propiltiuracilo, amiodorona y carbonato de litio.
- Consumo de medicamentos para tratar la hepatitis C.
- Radiación que recae sobre la glándula tiroides, por ejemplo cuando se realiza el examen para intentar detectar algún tipo de cáncer mamario.
- Enfermedades que afecten o dañen la hipófisis y/o el hipotálamo.
- Sedentarismo.
Tratamiento para el hipotiroidismo:
El tratamiento para el hipotiroidismo se hace a partir de la corrección de la deficiencia hormonal mediante la administración de la hormona tiroidea por medio de un medicamento conocido como levotiroxina, el cual debe ser ingerido, con agua, unos 20-30 minutos antes de desayunar.
La dosis del medicamento se debe ir ajustando cada seis a ocho semanas, siendo la meta de este tratamiento mantener la TSH en niveles normales.
Los síntomas empiezan a mejorar luego de dos a cuatro semanas de estarse ingiriendo la levotiroxina. Obviamente estos ajustes en la dosis son previos a evaluación médica especializada.
Cuando la TSH se encuentre en un rango considerado como normal, los controles pueden realizarse cada seis a doce meses según lo determine el médico endocrino.
RECOMENDACIONES:
Alguien que sufra o crea que sufra de hipotiroidismo no se debe automedicar porque puede generar un descontrol que puede ser aún más dañino para la salud.
Se debe siempre consultar con un médico de manera oportuna, ya que las enfermedades relicionadas con la glándula tiroides son de mucho cuidado porque afectan enormente la calidad de vidad de las personas que la padecen.
Para detectarla no son necesarias la ecografía ni la gamamografía de tiroides, ya que una simple sospecha, la palpación de la glándula y un examen de sangre, pueden ser suficiente para su detección.
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