Bebés pequeños para la edad gestacional: cuidados para evitar riesgos al nacer


Cuidados que se deben tener en cuenta en la etapa de gestación para evitar riesgos en la salud del bebé al nacer.

Alrededor del 10 a 20% de los bebés a término nace pequeño para la edad gestacional.

Los padres deben estar atentos al peso y la talla de estos menores para evitar los problemas asociados al sobrepeso, advierten los especialistas endocrinólogos.

Normalmente se habla de bebés prematuros cuando nacen por debajo de 37 semanas, pero ¿a qué se refiere exactamente el concepto de "bebés pequeños para la edad gestacional"?

Son infantes que nacen con un peso inferior a los 2500 gramos y una talla menor a 47 centímetros, pero que su edad gestacional es de 37 o más semanas, es decir, que nacen a término.

¿A qué puede deberse esta situación si no se trata de nacimientos prematuros? En los últimos tres meses de embarazo se acaban de formar todos los órganos y hay un crecimiento exponencial del feto.

Pero cuando hay una deficiencia nutricional completa, el peso y la talla se ven notablemente afectados.

Uno de los factores que puede inducir esas falencias es la desnutrición (falta de nutrientes), la malnutrición (consumir los nutrientes inadecuados) o el consumo de cigarrillo por parte de la madre o ella como fumadora pasiva, problemas en las arterias uterinas o la calcificación o envejecimiento prematuro de la placenta, que impide que ésta provea al útero del riego sanguíneo suficiente para alimentar al feto.

¿Lo anterior mencionado sugeriría entonces que los bebés pequeños para la edad gstacional tienen relación con la falta de control prenatal de la madre?

Los esfuerzos para disminuir estos casos han sido grandes, pero no suficientes, pues a veces aún con un buen control todavía existe una posibilidad alta de que el infante nazca en esta condición desfavorable.

¿Qué problemas y riesgos representa nacer con esa característica, y a qué están expuestos estos niños y niñas?

Al nacer no tienen problema, porque el organismo ante la escasa nutrición lo que hace es concentrarse en la formación de órganos.

Pero el problema se manifiesta después.

Entre el 80 y el 85% de los niños desarrolla en los próximos meses de vida un "apetito voraz", y los padres equivocadamente se ponen alegres por este factor.

Porque notan que sus pequeños que eran tan pequeños comienzan a comer bien y a ganar peso, más aún en algunos países en donde prima el concepto de que un niño o niña gorditos son pequeños sanos y "alentados".

Pero luego de los 4 años, aproximadamente, el sobrepeso graso continúa progresando con tendencia a la pubertad precoz, enfermedades renales y cardiovasculares, diabetes y síndrome metabólico a edades muy tempranas.

Es así como se pueden observar adolescentes de 12 a 14 años con este tipo de patologías no transmisibles.

¿Cuál es la gravedad que representa para un niño sufrir enfermedades de este tipo, que antes usualmente solo se diagnosticaban en adultos?

El ciclo vital de los pequeños se acorta, porque tienden a la mortalidad de forma más temprana.

Además, sufren de enfermedades crónicas que limitan su calidad de vida.

¿Cuál es la explicación para esta tendencia a ese perfil con apetito voraz y que médicamente se cataloga como acumulador?

La explicación está en la memoria metabólica de los últimos meses de embarazo. Es decir, el organismo ante la deficiencia nutricional que sufrió, se prepara para una posible escasez acumulando alimento en todo el tiempo.

Pero esa escasez nunca llega, problema que se agudiza aún más con la falta de ejercicio físico, la inclusión de tendencias sedentarias como el uso de aparatos electrónicos, y las dietas hipercalóricas a base principalmente de "comida chatarra", lo cual favorece aun más al sobrepeso graso y las enfermedades derivadas de este factor.

¿Qué debe hacer entonces los padres de un niño que nace con esta condición de ser pequeño para su edad gestacional?

Deben tener claro que un niño que tiene este antecedente debe recuperar el peso y la talla de forma lenta y controlada.

Con lactancia materna preferiblemente (además de ayudar a un reforzamiento en la salud en general), evitando fórmulas hipercalóricas e hiperprotéicas, el exceso de harinas refinadas y bebidas endulzadas con azúcar refinado.

Datos adicionales.

El 85% de los niños a término que nacen pequeños para la edad gestacional desarrollan el fenotipo del perfil acumulador y el apetito voraz que se ha descrito hasta ahora.

Pero un 15% tienen un perfil metabólico opuesto, o sea que comen muy poco e inhiben el crecimiento como una forma de protegerse de la escasez, de forma que pueden ser tratados con hormona de crecimiento y no desarrollan enfermedad.

Para diagnosticar todo lo mencionado, se miden los niveles de una hormona intestinal conocida como GLP1, la cual se encarga de regular el apetito e interviene en el metabolismo del azúcar (más concretamente de la glucosa).

En los niños con este perfil se encuentra que la hormona se produce bien, pero existe una falla en el receptor que impide su correcta asimilación en el organismo.

En otros infantes que no comen bien, también se produce normalmente, pero tienen una alta sensibilidad a esta hormona.

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