Mujeres: ¿cómo afrontar la pérdida de cabello por tratamientos contra el cáncer?

Cáncer mujeres pérdida cabello

Pérdida de cabello producto de tratamientos contra el cáncer en mujeres. ¿Cómo deben afrontar la pérdida de cabello las mujeres con cáncer?

La donación de pelo es una buena opción para regalarles más calidad de vida a las pacientes con cáncer de seno, entre otros.

La caída del pelo las lleva a perder la autoestima y a aislarse.

Es importante saber cómo afrontar este bajón de ánimo que puede provocar depresión para evitar que el estado de salud de las mujeres que son tratadas contra el cáncer empeore.

El cabello es sinónimo de femineidad y sensualidad en la mujer

.
Es un instrumento de seducción y coquetería, que afianza la seguridad en sí misma y facilita las relaciones con los demás.

Por esta razón, cuando se pierde, como suele ocurrir en muchas pacientes con cáncer de seno, entre otros, los efectos se ven en múltiples dimensiones que varían de acuerdo con la percepción que la persona tenga de su diagnóstico, de la enfermedad y de la alopecia.

La persona tiende a sentirse incompleta, se afecta el concepto que tiene de sí misma y pierde la autoestima, hasta el punto que muchas suelen caer en cuadros de ansiedad y depresión.

En otras palabras, sientes una gran insatisfacción corporal, porque perciben que esa apariencia no refleja su personalidad, lo que puede afectar también las relaciones de pareja.

Todos esos sentimientos pueden llevar a que reaccionen aislándose de su familia, el trabajo y los amigos, pues este es un problema que no pueden ocultar ni evitar y que evidencia su enfermedad ante los demás, generando manifestaciones de pesar que las golpean emocionalmente aun más.

Es tal el impacto de la alopecia, que hay quienes prefieren continuar enfermas pero con pelo, que sanas y sin éste, por lo que se niegan a recibir tratamiento.

¿Por qué ocurre la pérdida de cabello durante el tratamiento contra el cáncer?



Ante todo hay que aclarar que no es el cáncer de seno el que produce la caída del pelo, sino la quimioterapia, es decir el suministro de medicamentos que tienen un efecto tóxico, de forma que aparte de atacar células cancerígenas o malignas, también pueden causar daño en otras sanas como las del pelo.

Y justamente las células que más se alteran son las de rápida reproducción, como las de los folículos pilosos.

Pero no todos los cáncer de seno se tratan con quimioterapia (otros pueden involucrar radioterapia y cirugía) ni todos los tratamientos con "quimio" conllevan alopecia.

Algunos tipos de fármacos, como los antracíclicos, que por lo general se aplican durante tres meses, son los que con mayor frecuencia afectan los folículos pilosos.

También hay que considerar que cada persona responde de manera particular al tratamiento, así que si se les suministra el mismo fármaco a varias pacientes, puede ser que a unas les ocasione la caída del pelo y a otras no.

¿Cómo afrontar la pérdida de cabello por el cáncer?



- Asume la enfermedad con valor. Trata de cambiar tus pensamientos negativos en torno al cáncer, pues éstos generan una respuesta emocional que a su vez influye en la respuesta a la medicación y en la recuperación.

- Asimila la alopecia como un ejemplo para los demás, como una forma de mostrarle al mundo que se puede luchar contra la enfermedad.

- Ten en cuenta que el hecho de no tener pelo no te hace menos mujer, porque más allá de lo estético, en tu interior hay un ser valioso lleno de virtudes y oportunidades y con una personalidad que no debe verse afectada por la enfermedad.

- No te enfoques sobre lo que has perdido, sino sobre lo que todavía tienes. Sé consciente de tus otros atributos, así como de tus fortalezas como persona.

Piensa en lo importante que usted es para su familia, colegas y amigos. Esto te permitirá reforzar tu autoestima.

- Si eres diagnosticada con cáncer de seno, lo mejor es que te cortes el cabello y que luego te rapes, pues el impacto al verte sin cabello es menor que al observar cómo el pelo se va cayendo por mechones, dejando vacíos que saltan a la vista. Raparte afianzará además tu autonomía y tu capacidad de tomar decisiones.

- Entiende que la caída del pelo es un efecto secundario, pero temporal de los medicamentos, y que apenas termine el tratamiento tu pelo puede recuperarse y volver a crecer normalmente sin necesidad de someterte a algún tipo de terapia.

- No te subvalorices. Por el contrario, asúmete como una persona luchadora y capaz, que está librando una gran batalla y peinsa que al final saldrás muy fortalecida de todo este proceso.

- No calles lo que sientes. Expresar los temores y preocupaciones en torno al tema es mucho más saludable.

¿Qué puede hacer la familia para ayudar a afrontar la pérdida de cabello?



Hay que entender que la caída del pelo es apenas una de las muchas pérdida que tiene que afrontar la paciente con cáncer de mama u otros, quien también pierde su salud, a veces su pareja y muchas veces sus senos.

Por estas razones, hay que convertirse en un apoyo saludable y en una voz de esperanza para ella, no personas que la compadecen y le tienen lástima.

Deben hacerle sentir a la paciente que juntos pueden vencer el problema y que un día va a volver a tener su cabello.

La pareja en particular debe evitar hacer valoraciones negativas y por el contrario potenciar la autoestima de la paciente.

Raparse como una forma de compartir su dolor no siempre es una buena opción, pues si bien en algunas pacientes puede facilitar el proceso en otras puede afectarles aun más ver que sus hijos o padres también están sin cabellos.

Mujeres cáncer pérdida de cabello tratamientos

Bancos de pelo o cabello, una gran opción



Las pacientes con cáncer de seno y otros tipos de cáncer, pueden encontrar apoyo para superar la alopecia en los bancos de pelucas o centros de donación de pelo que funcionan en casi todos los países.

En estas entidades, se fabrican pelucas con pelo natural donado por niños, hombres o sobrevivientes del cáncer que ya recuperaron su cabello.

En ocasiones, los artesanos de estas pelucas son voluntarios que se capacitan en los mismos centros de donación.

El donante simplemente se somete a un corte de pelo, del que se extrae una trenza con la que se elaboran las pelucas.

Pero el compromiso es que una vez el paciente recupere su pelo debe devolver la peluca, la cual se somete a mantenimiento y se reutiliza.

Por su parte, las solicitudes acceden a una lista de espera, informando sobre cómo era su cabello antes de perderlo, para entregarles un pelo más aproximado a esa realidad.

Esta labor social es sumamente importante, puesto que las pelucas naturales son accesorios muy costosos, que tienen un precio aproximado de entre 500 a 1000 dólares.

Además, se ajustan a la medida de la cabeza con cintas fijadoras que evitan que se corran y a diferencia de las artificiales se pueden lavar, cepillar, planchar o peinar.

Solo hay que cuidar que no se enreden al lavarlas para lo cual se puede utilizar un bálsamo y realizar el lavado de arriba hacia abajo sin restregar.

Esto sin contar que hay una variada gama de opciones en cuanto a colores de pelo, como rubio, rojo o negro; formas que van desde cabellos lisos hasta afro; y pelucas a la altura del mentón, a los hombros o largas.

¿Tienes algo que decir sobre este artículo? Compártelo con nosotros en:

siguenos en facebook sígueme en Instagram Canal de youtube siguenos en Twitter