Retracciones de la encía o cuellos descubiertos: causas, tratamientos, medidas de prevención

La recesión gingival en las mujeres es muy dolorosa
Si bien al principio la recesión gingival puede No doler, si no se trata a tiempo entonces con el pasó de los años la sensibilidad, la caries y la pérdida del diente podrían suceder.

Mira las causas, tratamientos y medidas de prevención de las retracciones de la encía o cuellos descubiertos, también conocida como Recesión gingival.

Evita que tus encías y dientes sufran por malos hábitos de vida, mal cepillado y mala alimentación. Conoce el origen de los cuellos descubiertos en los dientes.

Los hábitos adecuados de higiene son claves para prevenirlos. La higiene oral y otros cuidados son necesarios para mantener un estado de salud bueno en general, para que puedas masticar sin ningún problema tus alimentos y para que puedas pronunciar tus palabras con una excelente dicción.




¿Cómo se puede detectar fácilmente que una persona tiene retracciones en sus encías o recesión gingival?


Las personas que tienen recesión gingival suelen detectarse porque el mismo paciente observa que sus dientes se ven más largos de lo normal.

Pero sobre todo, porque siente molestia al contacto con el frío, el calor, el aire, el ácido o el dulce.

De hecho, estas son señales inequívocas de que existe lo que la gente llama "cuellos descubiertos" y que los odontólogos conocen como recesiones gingivales o retracciones de la encía, un problema que puede presentarse tanto en dientes incisivos y caninos, como en premolares y molares, por cualquiera de sus caras.

La recesión de las encías generalmente no es una afección aguda y no se manifiesta como algo de la noche a la mañana.

En la mayoría de los casos, el retroceso de las encías es una condición progresiva que ocurre gradualmente a lo largo de los años.

Esta es una molestia que se manifiesta sobre todo después de los 40 años tanto en hombres como en mujeres.

Debido a que los cambios en el estado de las encías de un día para otro son mínimos, los pacientes se acostumbran a la apariencia de las encías y tienden a no notar la recesión visualmente.

Las encías retraídas pueden pasar desapercibidas hasta que la condición comience a causar síntomas.

Véase también: el sangrado en las encías y su relación con la gingivitis.


Síntomas y signos visuales que pueden indicar retracciones o recesión en las encías.


La recesión gingival está acompañada de síntomas que suelen ser muy molestos ya también de signos visuales que son poco agradables a la vista, así que aprende a reconocerlos:



1. Movilidad de los dientes, como si estuvieran flojos y pudieran desprenderse fácilmente.



2. Hipersensibilidad de la dentina (dientes excesivamente sensibles): el dolor corto y agudo se desencadena cuando se mastican alimentos o bebidas calientes, frías, dulces, agrias o picantes.

Si el cemento que cubre la raíz de los dientes ya no está protegido por las encías, se desgasta fácilmente exponiendo los túbulos de la dentina a estímulos externos.



3. Los dientes también pueden aparecer más largos de lo normal cuando la raíz empieza a notarse mucho más de lo normal y al mismo tiempo genera una sensación visual como si la corona del diente estuviera creciendo.



4. Las raíces del diente están expuestas y visibles.

Aun si no se generan molestias por comer alimentos y bebidas frías o muy calientes, con el tiempo esto puede llegar a suceder. Así que no se debe descuidar este signo visual de la recesión gingival.



5. El diente luce como su tuviera algún tipo de huevo en el borde de las encías, lo cual da un aspecto poco agradable además que se nota mucho el cambio de color.



6. Cambio en el color del diente debido a la diferencia de color entre el esmalte y el cemento por culpa de la retracción de las encías.



7. Los espacios entre los dientes parecen crecer (el espacio es el mismo, pero suele parecer más grande porque las encías ya no lo llenan).



8. Caries debajo de la línea de las encías. Esto es preocupante porque es difícil de tratar y podría significar la pérdida del diente si no se trata a tiempo.



NOTA: Si la recesión de las encías es causada por la gingivitis, los siguientes síntomas también pueden estar presentes:



1. Encías hinchadas, rojas y algunas veces con sangre.



2. Sangrado de las encías al cepillarse los dientes o usar hilo dental.



3. Mal aliento (halitosis).

Véase también: consejos para cuidar los dientes y para hacerse un diseño de sonrisa.


¿Cuál es la característica principal de una encía retraída?


En estos casos lo que ocurre es que disminuye la altura de la encía con la consecuente exposición del cuello del diente.

Un problema que, de no tratarse de forma oportuna, puede complicarse causando la pérdida del diente.


Posibles causas de las retracciones de encías o cuellos descubiertos


La recesión gingival es más común después de los cuarenta años
Es necesario adoptar buenos hábitos de higiene oral desde edades tempranas para evitar que las encías retraídas sean una molestias en edades mayores.


- La edad. De hecho, un 89% de adultos mayores padece disminución en la altura gingivial.

- Cepillado defectuoso o traumático. Es decir, en sentido horizontal o con mucha fuerza o con un cepillo de cerdas muy duras. También influye el uso de palillos para limpiarse después de comer.

- Frenillos con inserciones musculares muy altas. Cuando el frenillo está sobreinsertado, ese estímulo traumático tensiona el hueso causando la retracción de la encía.

- Deficiencia de encía queratinizada. Una capa que normalmente tiene la encía, pero que a veces no es suficiente en algunos pacientes.

Véase también: las razones por las cuales debes cuidar la salud de tus dientes y ¿cómo hacerlo?

- Placa bacteriana. Acumulación de residuos de comida, que forman biopelícula que se adhiere al diente, causando inflamación.

- Malposición de los dientes en el arco dentario. Cuando se intenta mediante un tratamiento de ortodoncia regresarlos a su posición normal, esas fuerzas que se aplican conducen a recesiones gingiviales.

- Oclusión o mordida traumática. Ya que las fuerzas excesivas que no se transmiten verticalmente, sino horizontalmente o en forma oblicua generan una tensión en el cuello del diente, que hace que el hueso haga resistencia, el diente empiece a microfracturarse y la encía retraerse.

- El uso de piercings en los labios y la lengua.

- Secuelas de enfermedad periodontal.


Tratamientos preventivos y paliativos contra las retracciones de encías


Cuidados para tratar la recesión gingival
Lo ideal es poder prevenir la recesión gingival por medio de cuidados como cepillarse con un diente suave.


Si no se tratan las recesiones gingiviales pueden llevar a la pérdida de los dientes. Las formas de manejarlas son variadas:

- Injertos con tejido conectivo tomado del paladar del mismo paciente.

- Matriz dérmica, o sea sustitutos de tejido conectivo a los cuales se recurre cuando el paciente no tiene buena altura del paladar, tiene problemas de cicatrización o riesgo de sangrado.

- Cirugía de corrección de la posición de la encía.

- Restauraciones o resinas en los cuellos de los dientes, un procedimiento no quirúrgico, pero se hace solo cuando la sonrisa del paciente no muestra los dientes, porque de lo contrario queda muy antiestético.

- Frenillectomías, tratamientos para el bruxismo u ortodónticos que solucionan el problema de base.

- Uso de cremas y enjuagues desensiblizantes.

- En los niños, aunque también se pueden presentar cuellos descubiertos, hay que esperar a que terminen su crecimiento para decidir si hay que tratarlos, pues es muy común que las retracciones desaparezcan de manera espontánea con la salida de los dientes permanentes.

- En los adultos mayores el problema no requiere tratamiento.

Métodos de prevención contra las retracciones de encía



- Utilizar cepillos de cerdas suaves o medias.

- Cepillarse los dientes con la técnica adecuada, es decir de arriba hacia abajo y en sentido contrario (dependiente la ubicación de los dientes), pero nunca horizontalmente.

- No olvidar complementar el cepillado con el uso previo de ceda dental y con el enjuague bucal al final.

- Asistir a controles periódicos con el periodoncista, expertos en encías.

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