Alimentación para cuidar la vesícula biliar

Hábitos nutricionales para cuidar la vesícula biliar

Mira cómo debes comer para cuidar tu vesícula biliar. La alimentación para cuidar la vesícula biliar no es tan compleja como se piensa así que no hay excusas para tratar bien a este órgano.

La vesícula biliar es uno de los órganos del cuerpo más ignorados y menospreciados.

Sin embargo, esta pequeña bolsa, que forma parte de los órganos biliares íntimamente relacionados con el hígado y que se ubica en la parte superior derecha del abdomen, cumple importantes funciones, como por ejemplo el hecho de regular el flujo de bilis.

¿Qué es la bilis y cuál es su función?


La bilis que se almacena en la vesícula biliar y es secretada por el hígado, es un líquido que proviene del hígado y está formado por enzimas digestivas y productos bioquímicos (sales biliares, bilirrubina y colesterol)), interviniendo así en la absorción de los distintos nutrientes que consumimos a través de nuestra alimentación, principalmente de las grasas, pero también del resto de macronutrientes como lo son las fuentes proteicas y los carbohidratos además de vitaminas y minerales (micronutrientes).

Por esta y muchas razones la vesícula biliar es un órgano muy importante a pesar que se escuche hablar muy poco del mismo, a pesar que sea relativamente pequeño, a pesar que una persona podría vivir sin el mismo (aunque su calidad de vida disminuiría) y a pesar que solo sea una especie de "ayudante" para un órgano más grande como los es el hígado.


El exceso de alimentos con grasas saturadas son mortales para tu salud y para tu vesícula biliar


Cuando una persona incluye en su plan nutricional alimentos con grandes cantidades de grasas, más si se trata de grasas saturadas y trans, y/o cuando la misma tiene una pre-disposición genética a formar cálculos o pólipos, es posible que se disparen problemas como la colelitiasis, que se define como la formación de cálculos o cristales de colesterol (OJO, el colesterol no es malo en cantidades moderadas, ya que el mismo cumple funciones muy importantes en el organismo como por ejemplo contribuir a la formación de hormonas, ya que el mismo es une esteroide).

La coledocolitiasis en la que dichos cálculos obstruyen el conducto que conduce la bilis al intestino delgado, inflamando el páncreas, o la colecistitis, tan sintomática como riesgosa, que no es más que la inflamación de la vesícula, que necesariamente exige cirugía para poder retirar este órgano y así evitar posibles complicaciones que pueden llegar a ser mortales.

Pero además de los procedimientos quirúrgicos con los que se tratan estos problemas, lo cierto es que la dieta o plan nutricional (porque a veces "dieta" tiene una connotación que conduce a "dejar de comer" muchas cosas que no se deberían excluir) resulta una parte sumamente importante no solo como forma de tratamiento sino también como una herramienta de prevención (aun si la persona tiene pre-disposición genética para desarrollar las enfermedades relacionadas con la vesícula).

Las medidas relacionadas con la alimentación que en este artículo se exponen son basadas en la opinión especialistas, los cuales proponen unas medidas nutricionales simples pero muy efectivas que deben aplicarse teniendo en cuenta la tolerancia de cada persona a los diversos alimentos que se pueden encontrar en el mercado.

Consejos generales y nutricionales para prevenir problemas en la vesícula biliar



1. Una medida muy importante es la que tiene que ver con la masticación de los alimentos, en especial cuando se trate del consumo de leguminosas (frijoles, lentejas, garbanzos, arvejas, etc.), ya que de esta forma evitamos un trabajo excesivo por parte de los órganos digestivos que puedan posiblemente de a poco empezar a crear un espacio propicio para el desarrollo de enfermedades relacionadas con la vesícula biliar.

Y bueno, no solo con este órgano sino con otros que componen el sistema digestivo.

2. Evitar las carnes rojas y más las carnes procesadas o también conocidas como embutidos.

Se deben preferir las carnes blancas como el pollo (la pechuga de pollo por ejemplo, el salmón, etc).

Pero también se deben evitar las partes más grasosas de estas carnes blancas como lo son la piel o los "gorditos" (para evitar al máximo las grasas "supersaturadas" de origen animal). Siempre se deben optar por carnes magras blancas.

3. Al preparar los alimentos que por obvias razones requieran de un tiempo prudente de cocción, siempre se debe optar por prepararlos asados al horno, y si es necesario aplicar algún tipo de aceite siempre preferir aceites de girasol, canola u oliva, siempre y cuando sean "nuevos", es decir No reutilizar este tipo de aceites y mucho menos freírlos ya que las altas temperaturas y el contacto con el aire hará que los mismos se saturen por una hidrogenación excesiva.

4. Lo ideal sería evitar la leche y de vaca y sus derivados, pero si no es posible por lo menos optar por aquellos que sean del tipo light o bajos en grasas.

Pero aun así, si es recomendable evitar la mantequilla, margarina, y postres porque los mismos tienen altas concentraciones de grasas saturadas provenientes tanto de los lácteos como de otros alimentos.

5. A pesar que la yema de huevo tiene proteínas de muy alto valor biológico (más que en la clara), y que además aporte hierro entre otros minerales, además de aportar colesterol en cantidades moderadas (ya mencionado que el mismo No es malo si lo consume con moderación), es importante evitar el exceso de huevo, o bueno es importante evitar el exceso de consumo de yemas de huevo (varía de acuerdo a cada persona).

6. Una alimentación relativamente alta pero No exageradamente alta en fibra es primordial.

Aumentar el consumo de frutas (pero No la cáscara) y verduras (muy bien lavadas y No cocinarlas porque pierden muchas cualidades nutricionales con la cocción).

7. Ingerir buenas cantidades de agua a lo largo del día, pero No de forma exagerada, es decir NO beber agua a reventar porque el exceso de la misma pone a trabajar de forma alarmante a nuestros riñones.

Además, un exceso de agua desequilibra el balance entre sodio y potasio en la sangre, lo cual en situaciones extremas puede ocasionar un ataque al miocardio (corazón). También se puede dar que algunos eritrocitos deban estallar por ese exceso de agua, lo cual puede ocasionar malestares como mareos, náuseas, etc.

Alimentación después de la cirugía de Vesícula



8. No se deben consumir alimentos que produzcan gases o flatulencias, como los son los lácteos, leguminosas, verduras como la coliflor, repollo, brócoli, cebolla o pimentón crudos. Esto debido a que se pueden provocar una distensión abdominal afectando así la cicatrización.

9. Los condimentos como los cominos y la pimienta pueden resultar muy irritantes.

10. Al consumir los alimentos y condimentos mencionados después de una operación de vesícula biliar, los cuadros de gastritis podrían exacerbar, lo cual puede interrumpir o ralentizar los procesos anti-inflamatorios relacionados con la vesícula biliar.

Vitaminas y minerales obtenidos a través de zumos de frutas para la salude de la vesícula biliar

Señales que indican que algo va mal con la vesícula biliar



- Cólicos muy fuertes y molestos después de cada comida (con o sin ganas de ir al baño).

- Náuseas aun consumiendo cantidades relativamente pequeñas de alimentos, y aun si se trata de de alimentos No prohibidos.

- Vómitos después de comer.

- Sensación de llenura muy molesta aun consumiendo cantidades moderadas de alimentos.

- intolerancia a algunos alimentos y por ende se pueden generar una aparición excesiva y molesta de gases.

Ahora bien, hay una recomendación para mejorar tu estado de salud en general.

O sea, está bien que puedas llevar a cabo todas las recomendaciones alimentarias explicadas en este artículo para que así puedas mantener en muy buen estado tu vesícula biliar (además de otros órganos del sistema digestivo), pero el sedentarismo y la acumulación de estrés es algo que juega en contra del bienestar general, y entre los órganos más afectados se encuentran los intestinos, el estómago, el hígado y la vesícula biliar.

Así que además de acatar todas estas recomendaciones nutricionales en pro de evitar una carga alta que pueda dañar tu vesícula biliar para tener que operar o extirparla, pues entonces proponte a realizar ejercicio físico de forma diaria o por lo menos 4 veces a la semana, y si ya lo haces seguirlo haciendo, nunca dejar de realizarlo mientras puedas.

Alíméntate bien, come alimentos sanos y de buena calidad, hazlo por tu estado de salud general con lo cual como resultado puede conllevar un mejor resultado estético.

Pero tu objetivo debe ser siempre mejorar tu salud y por supuesto tu bienestar general.

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