Efectos de usar tacones altos en las mujeres


El calzado con tacones de más de 3 centímetros expone a los pies a sufrir juanetes, dolores crónicos y esguinces; los pies son el fetiche de muchos hombres. No en vano, Leonardo Da Vinci los bautizó como la "divina proporción".

Pero además son la parte del cuerpo que más huesos (26), tendones y ligamentos tiene, pues cumplen la importante función de soportar el peso del cuerpo y sirven de plataforma propulsora para caminar.

Sin embargo, estas complejas estructuras casi nunca reciben el cuidado que merecen. Sobre todo de parte de las mujeres, quienes a diario y durante la mayor parte del día los someten a la tortura de empinados tacones de hasta diez centímetros, que si bien regalan provisionalmente unos centímetros de estatura y una apariencia más elegante, no son para nada seguros ni saludables.

Si vas a utilizar tacones trata de que no sean muy altos


Expertos aseguran que mientras los tacones superen los 3cm de altura (así tengan forma de cono, aguja, campana, cuadrado, banana o reloj de arena) son nocivos, ya que pueden causar deformidades, lesiones y dolores crónicos.

Esto debido a que los pies no están diseñados para soportar la posición que le imponen los tacones, ya que "su estructura se asimila a un trípode conformado por el talón, el primero y quinto dedos, en la que al dar el paso, la mayor parte del peso se da a nivel del primer dedo (gordo).

Pero al usar tacones ocurre lo contrario. La carga se desplaza hacia la parte anterior más a nivel del cuarto y quinto dedos (los más pequeños)". Es decir, que la persona termina apoyando de forma inadecuada y no despega el pie adecuadamente del suelo durante la marcha.

El tiempo que el pie puede soportar estos desajustes es incierto. Pero lo que sí es seguro es el tipo de daño que se puede causar. Conoce los tres problemas más comunas.

1. JUANETES O HALLUS VALGUS:

Se define como una deformidad de la parte medial del primer dedo (gordo) con desviación hacia afuera.

"Aunque en su génesis está involucrado un componente congénito que predispone a sufrirlos aún sin haber usado calzado alto, se producen usualmente por la sobrecarga que los tacones y zapatos puntudos generan en las estructuras de la parte delantera del pie como los ligamentos, los tendones y los huesos. Cuando esa fuerza supera la que los tejidos están en capacidad de soportar se produce el daño".

Es tal la evidencia de ello, que se ha comprobado que los juanetes son más comunes en las mujeres (80%) y en pocas ocasiones se presentan en los hombres (20%), que nunca o rara vez usan tacones.

Lo peor es que con los juanetes llegan el dolor y la fatiga por la presión del calzado, y se altera el mecanismo de marcha hacia la falta de alineación del dedo gordo con el resto del pie. Además, es posible que se presenten fracturas y deformidades por estrés, sin necesidad de trauma.

Los pacientes que no experimentan dolor se pueden manejar con ortopedia, es decir, con correctores de juanetes que se ponen entre el primero y segundo dedo, que alinean al primer dedo para corregir la desviación. A veces se sujetan del segundo y tercer dedo o también de toda la parte delante del pie.

Pero cuando la desviación es mayor al 15% y causa dolor hay que operarlos. Para ello existen más de cien técnicas quirúrgicas, pero lo que se hace básicamente es limar la desviación y realizar cortes en el hueso para desplazarlo hasta su eje normal. Después de la cirugía el paciente debe permanecer con un vendaje por 5 semanas y realizar terapias para recuperar la movilidad.

2. METATARSALGIA:

Conocida también como "marcha dolorosa", es un dolor crónico que se genera en la parte anterior de la planta del pie, a nivel de las coyunturas del segundo y tercer dedo.

Los tacones también son culpables de este mal por cuanto conllevan a que el primer dedo (gordo) no reciba la carga suficiente, produciendo un exceso de presión en el segundo y tercero que genera callos, los cuales no se deben retirar, ya que son un mecanismo de defensa natural.

El tratamiento se realiza con plantillas ortopédicas, las cuales son elaboradas en silicona y están provistas de una prominencia que levanta los huesos del segundo y tercer dedo para que no se descargue todo el peso sobre ellos.

Se deben usar durante un tiempo mínimo de 2 meses y hasta que el dolor desaparezca y si no se obtienen resultados, hay que recurrir al corte de los metatarsianos en el quirófano.

3. ESGUINCES:

Los tacones también predisponen a una lesión o desgarre de los ligamentos y tendones que se conoce como esguince de tobillo. Esto debido a que los tacones quitan el apoyo del talón y dejan a la usuaria caminando empinada, con lo que se pierde el balance y el pie se pueda torcer con facilidad.

Dependiendo de la severidad del esguince, así se trata. En grado 1, el más leve y común, y en el que no hay ruptura de tendones y ligamentos, sino un estiramiento, está indicado el reposo, la inmovilización por 5 días con venda, el retiro del apoyo del pie, el uso de tobillera y fisioterapia por 3 semanas.

Pero en el grado 2, en el que hay ruptura cerca del 50% de los ligamentos y tendones, así como en el grado 3, en el que dichas fibras se rompen totalmente, el manejo es más cuidadoso.

Hay que hacer inmovilización con yeso por dos o tres semanas, sin apoyo del pie y disminuir la movilidad. También están indicadas las terapias de rehabilitación por un mínimo de un mes, tiempo que puede variar según la evolución del paciente.

Las terapias incluyen láser, ultrasonido, electro estimulación, frío y calor e hidroterapia, además de ejercicios de propiocepción, entrenamiento en marcha y finalmente, de reforzamiento muscular, pues de lo contrario se pueden volver a lesionar con mucha facilidad. Las pacientes deben espera un mes como mínimo para volver a usar tacones.

CONSEJOS PRÁCTICOS:

Si definitivamente no puedes prescindir de los tacones.

1. Prefiere optar por los zapatos de plataforma que disminuyen la inclinación entre la parte anterior del pie y el talón. Como máximo usa calzado de 3 centímetros de altura que son mejor tolerados.

2. Aplica los siguientes hábitos al llegar a casa después de la jornada diaria: Adopta la posición en la se sientan los hombres, poniendo el pie sobre la rodilla contraria.

Dobla los dedos (sin mucha fuerza) del pie con la mano del mismo lado hasta que lleguen a un ángulo de 90 grados, sosteniendo por unos segundos. También puedes masajear con hielo las partes del pie en las que sientas dolor y cansancio.

3. Ten en cuenta que con los años, como parte del proceso normal de envejecimiento, el volumen del pie aumenta, así que no uses los zapatos muy ajustados y mantente atenta si tienes que cambiar de talla o de horma.

4. Compra zapatos preferiblemente con suela interna acolchada y con punta redondeada. Los puntudos agudizan aún más el problema generando por los tacones.

5. No olvides que solamente en quienes sufren de problemas de espolón calcáneo o fascitis plantar, que se manifiesta con dolor en los talones, están contra indicados los tacones, eso si no son muy altos. También se recomiendan en personas con tendinitis de Aquiles, que cursa con dolor en la parte posterior del pie.

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