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Composición básica de las frutas


Las frutas son el grupo de alimentos más recomendado en la dieta de las personas por tener varios nutrientes que varían en cada tipo de fruta.

Pero por ser muy recomendadas, tampoco se debe abusar de su consumo para evitar acumulaciones de grasa y riesgos de padecer algún tipo de diabetes, ya que sus azúcares (fructosa) también se convierten en glucosa para ser asimilados por el organismo, y un exceso de frutas implica un exceso de glucosa aumentando los riesgos de acumular grasa de manera exagerada y de sufrir de diabetes, por ser las frutas carbohidratos simples (rápida absorción) de alto valor nutricional.

Poseen muchas vitaminas y algunos minerales


Las frutas presentan la gran virtud de estar cargadas de vitaminas y minerales además de sustancias antioxidantes que ayudan a prevenir la aparición de una gran cantidad de enfermedades, y que también son esenciales para el buen mantenimiento de la salud, reforzando el sistema inmune.

Las frutas aportan energía (proveniente de la fructosa que se convierte en glucosa), fibra insoluble y muchos otros nutrientes que se digieren con gran facilidad para mantener en óptimas condiciones la salud de las personas.

Pero, por ser tan nutritivas, como ya mencioné, no se debe abusar de su consumo y tampoco se deberían mezclar con otros alimentos y tampoco mezclar distintos tipos de frutas en una sola ingesta.

Todo esto para evitar molestias gastrointestinales como diarrea, llenura, flatulencias, acidez, etc.

Las frutas se deberían ingerir con el estómago relativamente vacío, o sea unos 20-40 minutos antes de comer algo relativamente pesado (arroz, pollo, atún, pasta, patatas, etc.) y 60-120 minutos después de haberlo comido.

¿De qué están compuestas las frutas?






1. Vitaminas: Las vitaminas son unas sustancias generalmente enzimáticas e imprescindibles en pequeñas cantidades para el funcionamiento normal de nuestro organismo, que éste no puede llegar a sintetizar (no las produce), y por ende deben adquirirse por medio de la alimentación.

A excepción del ácido ascórbico, el organismo necesita dosis de vitaminas que no sobrepasen los 10 gramos diarios, aproximadamente (varía según cada persona, sexo, edad, costumbres, si es sedentario, si hace deporte o entrena con las pesas, etc.).

La carencia de vitaminas determina la enfermedad conocida como avitaminosis, y ésta puede desencadenar otro tipo de enfermedades y/o molestias como raquitismo, beriberi, escorbuto, debilidad, mareos, etc.

2. Proteínas: La importancia de las proteínas radica en la función plástica (de construcción) que tienen en nuestro organismo.

Aunque si el cuerpo lo llegase a requerir, los aminoácidos que componen las proteínas pueden, por medio de mecanismos energéticos principalmente oxidativos, convertirse en un sustrato energético similar o igual a la glucosa, para aportar 4,1Kcal por molécula.

Las proteínas o mejor, los aminoácidos se componen de carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno.

De ahí que tampoco es bueno abusar de las fuentes de proteínas (frutas, legumbres, fuentes animales y/o vegetales como la soya, etc.), porque el grupo amino de los aminoácidos requiere de mucha agua para ser descompuesto para su posterior asimilación, además de generar una producción exagerada de urea que puede derivar en dolores articulares, aumentar los riesgos de sufrir osteoporosis, etc.

Sin mencionar que un exceso de las mismas puede ser convertido en grasa si así el cuerpo lo requiere.



3. Minerales: Los minerales son sustancias que penetran en las células cuando ciertos procesos metabólicos se cumplen.

Por ejemplo, cuando se hace ejercicio físico intenso, la interacción entre el sodio, potasio y calcio es de crucial importancia para mantener un balance y evitar fatiga o calambres.

Los minerales ayudan a la coagulación de la sangre, son antioxidantes, ayudan a una buena digestión, refuerzan el sistema nervioso e inmune y son indispensables en la formación y/o "reconstrucción" de huesos y tejidos.

4. Fibra: La fibra es la parte "indigerible" de las frutas.

Se encarga de dar volumen a las heces "acelerando" su paso por el intestino grueso.

La fibra puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, "retrasando" un poco la absorción de la glucosa (pero su consumo excesivo se deriva en diarrea, flatulencias u otras molestias, irónicamente).

5. Lípidos: Algunas frutas como el aguacate y muchos frutos secos presentan lípidos dentro de su composición.

Los lípidos son importantes por ser fuentes de energía de reserva que el organismo utiliza en estado de reposo y/o de ejercicio físico moderado.

Las grasas o lípidos intervienen en las funciones del sistema endocrino en cuanto a la formación y secreción de hormonas en el torrente sanguíneo. Otra función importante de los lípidos es servir como transporte para las vitaminas A, D, E y K.

6. Carbohidratos: Como ya expliqué, las frutas son un tipo de carbohidratos simples, pero la ventaja es que son de alto valor nutricional, y por obvias razones la fructosa es considerada como un azúcar simple, que termina siendo convertido en glucosa por las células epiteliales del intestino delgado para su posterior absorción.

Así que repito: No se debe abusar del consumo de frutas.

7. Agua: El agua es esencial para el organismo porque cumple distintas funciones como controlar los niveles de sustancias sólidas "dañinas" en nuestro organismo, interviene en el proceso de sinteitización de vitaminas y minerales, cumple la función de termorregulación, etc.

El riñón es el órgano encargado de controlar el intercambio de agua en nuestro organismo.



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