¿Por qué enfermamos? Las causas de las enfermedades que atacan nuestro cuerpo


¿Por qué enfermo de manera constante? o simplemente ¿por qué me enfermo, cuáles son las razones?.

Sea cuando sea, es una de las preguntas que muchos nos hemos hecho cuya respuesta a veces parece simple, como decir que es porque me he mojado a causa de la lluvia, porque el clima está muy frío (muy baja temperatura), porque no me he alimentado bien, porque no he dormido, porque he hecho mucho ejercicio y no he descansado ni me he repuesto nutritivamente, etc., siendo todas respuestas válidas.

Pero enfermarse va más allá de los factores externos, aunque igualmente estos siguen siendo una influencia muy importante en cuanto a que una persona no se sienta bien de salud.

Hay que decir que en nuestro mundo moderno existen 4 causales básicos relacionados con la salud y la enfermedad, los cuales menciono a continuación:

Cosas y malos hábitos que hacen que te enfermes frecuentemente


1. Las enfermedades o pataologías de origen genético, es decir que heredamos de nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos.

Usualmente las personas echan la culpa al factor genético, por ejemplo cuando se sufre de obesidad o diabetes, entre otras.

Cabe aclarar que el hecho de que nuestros padres o los padres de los mismos hayan padecido alguna de estas u otras patologías, no quiere decir que obligatoriamente nosotros sufriremos de éstas.
Se tendrá una predisposición genética para que la diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras, se manifiesten, pero que eso suceda o no depende de cómo controlemos los siguientes causales-hábitos.

2. las enfermedades asociadas a nuestro medio ambiente.

Esto incluye las enfermedades provocadas por nuestras actividades, cotidianas como las laborales, entre otras y por la incidencia de catástrofes naturales.

Si es por contaminación, los radicales libres atacan, para lo cual una dieta rica en antioxidantes naturales (provenientes de frutas y verduras) o artificiales (en suplementos como pastas, polvos, etc.) es esencial para ayudar a nuestro organismo a eliminarlos.

El estrés se debe evitar por todos los medios ya que hace que nuestras defensas bajen volviendo nuestro organismo más propenso a los radicales libres y otros agentes patógenos como virus y bacterias.

Ya en cuanto a catátrofes naturales, lo único que queda es orar al dios de cada religión.

3. Los sistemas de salud que por su estructura, recursos y relaciones limitan en calidad y cobertura la salud de muchas personas en la gran mayoría de países.

Ante esto hay muy poco que hacer cuando padecemos alguna enfermedad transmisible o No transmisible, sin embargo podemos mejorar los hábitos de vida (alimentación, descanso, ejercicio, etc.) para evitar estos molestos cuadros patológicos.

4. Los hábitos de vida juegan un papel de más del 50% en cuanto a las posibilidades de que una persona enferme o siga disfrutando de una buena salud.

La alimentación es clave, ya que si es rica en frutas y verduras, en legumbres y algunos otros carbohidratos complejos como la pasta, el arroz, entre otros, y reducida o nula en lácteos, carbohidratos simples de bajo valor nutricional (pasteles, helados, golosinas, salsas, etc., y comidas fritas o embutidas), ayudará a que desde nuestro sistema digestivo a causa de una mejora en la absorción de nutrientes, nuestro organismo esté con su sistema inmune a full capacidad.

Aun personas con cáncer, VIH, entre otras enfermedades "mortales" o "terminales", podrían salvarse o por lo menos mejorar sus calidad de vida y alargarla con un buen plan alimentario, con una buena cantidad de nutrientes que entren a su cuerpo principalmente por medio de alimentos del tipo orgánico.

- Dormir muy bien, las horas adecuadas y evitar trasnochos es crucial a la hora de evitar enfermarnos, dado que si nuestro sistema nervioso no está descansado, el desgaste calórico será aun mayor para poder mantenernos activos, además de un descontrol de la secreción hormonal por parte de nuestro sistema nervioso.

Y todo estos sumado hará que nuestro cuerpo entre en grado de estrés, que nuestro sistema inmune reduzca sus defensas.

- Realizando ejercicio intenso o moderado, según el nivel de cada quien, de manera constante (por lo menos 3 veces a la semana en días intercalados), hará que nuestro cuerpo pueda mejorar su capacidad y potencia aeróbica, lo cual mejora notablemente la calidad de nuestro plasma sanguíneo, para optimizar el transporte de oxígeno y nutrientes a las distintas células de nuestro cuerpo, además de ayudar a mejorar la "potencia" de "empuje" de sangre por parte de nuestro corazón.

A su vez, el ejercicio ayuda a que el cuerpo sufra una serie de cambios adaptativos positivos para que así cada sea más difícil enfermarnos, o que por lo menos cuando nos enfermemos los síntomas duren menos tiempo y sean menos intensos.

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