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Cirugía de ligadura de trompas: mitos y verdades sobre la esterilización femenina

Cirugía de ligadura de trompas mitos verdades

En este artículo mencionaré algunos mitos y verdades sobre la cirugía de ligadura de trompas o también conocida como esterilización femenina, para que tanto mujeres como hombres lo tengan muy en cuenta.

La cirugía de ligadura de trompas es una opción efectiva y segura para quienes no desean tener más hijos.

Algunas mujeres de diferentes edades pueden experimentar ganancia de peso corporal en grasa no por la cirugía de ligadura de trompas en sí, sino por el hecho de seguir comiendo en las mismas cantidades a cuando aun no se habían hecho operar.

¿La Cirugía de Ligadura de Trompas engorda?


La esterilización femenina no engorda, así que no te preocupes en querer ponerle punto final a tu fertilidad, bien sea porque no quieres ser madre o porque no se deseas tener más hijos.

Este es un deseo que permite cumplir un procedimiento quirúrgico de esterilización o anticoncepción definitiva al que se le denomina "ligadura de trompas" o la ya mencionada esterilización femenina, el cual consiste en ocluir las trompas para impedir que los espermatozoides se unan con el óvulo ocasionando un embarazo.

Hace unos años la cirugía se llevaba a cabo bajo ciertos criterios médicos, según los cuales contaba mucho la edad de la paciente, el número de embarazos y su estabilidad con una pareja.

Pero hoy día, con el papel protagónico que ha asumido la mujer en la sociedad y la valoración de sus derechos, se le realiza el procedimiento a cualquier mujer, independientemente de su edad o de si tiene hijos o no, puesto que se considera que tiene derecho a decidir sobre su salud reproductiva.

Esto no descarta, sin embargo, que los especialistas recomienden que se haga cuando se tiene uno o dos hijos.

Sin embargo, aunque el procedimiento de esterilización se considera sencillo, efectivo y seguro, muchas mujeres que tienen claro que no desean hijos no acceden a él por diferentes temores, que no están bien fundamentados.

Hay quienes creen, por ejemplo, que aún sometiéndose a la cirugía, hay riesgo de embarazo.

Pero lo cierto es que los especialistas aclaran que esa afirmación es solo un mito, puesto que el porcentaje de efectividad de estas cirugías ronda el 99,5%, lo cual deja un despreciable 0,5% de posibilidad de falla.

En estos casos lo que puede ocurrir es que el mismo organismo trate de reconstruirse y volver a su estado inicial.

También hay quienes evitan someterse al procedimiento de esterilización femenina por la falsa percepción de que puede hacer engordar y de que disminuye la libido o deseo sexual.

Sin embargo, hay que aclarar que la única función de las trompas de Falopio es permitir el paso de los espermatozoides para que logren unirse con el óvulo, pero no interfieren en absoluto en la producción hormonal, la cual está a cargo de los ovarios.

La otra creencia infundada es que el procedimiento de esterilización femenina no se puede revertir, en caso que la paciente se arrepienta en el futuro.

Pero esto sí es posible, mediante un procedimiento de recanalización de trompas, en el que se vuelven a juntar los extremos. Se puede realizar como cirugía abierta y también por laparoscopia con una mínima incisión, con buena tasa de éxito.

Ligadura de trompas vs. Vasectomía


Tradicionalmente ha existido una especie de conflicto entre hombres y mujeres, sobre cuál de los dos miembros de la pareja debe esterilizarse.

Actualmente se calcula que dos tercios de las esterilizaciones son de ligadura de trompas, en contraste con el comienzo de la década de los años 70, cuando aproximadamente el 60% de estas operaciones eran vasectomías.

Al parecer la explicación a esta tendencia radica en que en los últimos años la vasectomía ha sido relacionada con el riesgo de cáncer de próstata.

Además, la vasectomía no ofrece una esterilización inmediata (se logra en un mes) y los hombres le temen porque creen que afecta la erección.

A TENER EN CUENTA SOBRE EL PROCESO DE ESTERILIZACIÓN FEMENINA

Los procedimientos quirúrgicos de ligadura de trompas implican guardar reposo y cuidarse de levantar objetos pesados o hacer ejercicio. Peo en cuestión de quince días la paciente está totalmente recuperada.

El cierre incompleto de las trompas, el embarazo ectópico (fuera del útero) y de lesiones de órganos adyacentes, como el intestino y la vejiga, son algunos riesgos de estas cirugías.

El útero está conformado por el cérvix, el cuerpo uterino y el fondo uterino del que se derivan las trompas, tubos que conectan los ovarios con el útero.

A la ligadura de trompas se le conoce también como cirugía de esterilización femenina, esterilización tubárica o ligadura tubárica.

La cirugía de ligadura de trompas ha sido relacionada con una disminución del riesgo de cáncer de ovarios.

Cirugía abierta



indicada en las primeras 48 horas del parto, aprovechando que el útero está más grande.

Se realiza mediante una incisión por debajo del ombligo de unos cuatro a cinco centímetros. Este procedimiento se puede realizar a través de varias técnicas:

- Pomeroy: aplicada desde 1930, es la más usada y aceptada porque es la más sencilla y rápida.

Consiste e hacer una especie de asa o nudo levantando la parte media de la trompa usando suturas reabsorbibles.

Para mayor seguridad se cortan los extremos y se cauterizan para que no se vuelvan a unir. Con este procedimiento la extensión de cada trompa termina reducida en unos 5 a 7 centímetros.

- Uchida: es más compleja. Utiliza una inyección de solución salina en al peritoneo para que las trompas queden más visibles.

Se hace la incisión y se expones la trompa, extrayendo su parte proximal para luego suturar.

- Irving: en este caso se corta la trompa y uno de sus extremos se introduce o guarda, a través de una mínima incisión, en el útero.

Laparoscopia



Se recurre a esta técnica principalmente cuando la paciente no ha tenido hijos o toma la decisión de esterilizarse en cualquier momento de su vida y no durante un embarazo (de intervalo). Tiene a su favor que es la menos dolorosa e incapacitante.

Parte de una incisión mínima en el abdomen a nivel suprapúbico, a través de la cual se introduce un equipo especial dotado de un tubo que lleva dentro una microcámara, la cual permite visualizar las estructuras y al mismo tiempo realizar el procedimiento con una rápida recuperación.

Una vez se llega a las trompas se cauterizan con energía.

La otra opción es poner allí unos dispositivos de silicona, conocidos como "anillos de Yoon", o unos clips, que bloquean las trompas al comprimirlas e interrumpir su irrigación, lo que lleva a que con el tiempo, en cuestión de unos tres meses se fibrosen y necrosen.

Histeroscopia



Es el procedimiento más costoso y complejo. Además, requiere de una cuidadosa preparación y experiencia de parte del profesional que la realiza.

En este caso se recurre a unos implantes de polietileno, que se introducen a través del útero y se ponen a nivel de las trompas. Estos implantes actúan a manera de tapón, cerrándolas por completo.



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