Todo sobre el virus del Ébola: origen, síntomas, causas y posibles tratamientos


Conoce lo que es el virus del Ébola, qué lo causa, sus síntomas y los posibles tratamientos.

El Ébola es una infección viral que usualmente causa fiebre hemorrágica grave, la cual frecuentemente es fatal.

Este virus es detectado por primera vez en 1976 en la República Democrática del Congo (antiguamente Zaire) y en Sudán, países situados en el centro de África.

Lleva el nombre del río Ébola, un afluente del río Congo, en cuyas orillas se describieron los primeros casos.

No se sabe bien cuál es el origen de este verdadero, pero las pruebas científicas a disposición marcan que el reservorio más probable es una especie de murciélagos frugívoros (familia Pteropodidae).

Este tipo de murciélago solamente habita en el continente africano, y en algunas zonas del Asia, y no en el continente americano.

Este virus afecta a algunos mamíferos, entre ellos los humanos y otros primates como los monos, gorilas y chimpancés, quienes se infectan de manera accidental al ingerir frutas contaminadas por secreciones de los murciélagos mencionados, o por la caza-ingesta directa de los mismos, como acostumbran algunos primates no humanos en estas zonas del continente africano.

El virus luego puede ser transmitido de los primates a los humanos, quienes se infectan al comer su carne, o puede transmitirse entre humanos al entrar en contacto con la secreciones corporales de alguien contaminado con el virus.

¿Por qué se habla tanto del virus del Ébola?



Desde que el virus del Ébola fue descubierto se han presentado poco más de 25 epidemias del mismo.

Sin embargo, lo "raro" o "especial" de esta última epidemia en 2014, es que por primera vez este virus aparece por fuera de África Central (ya que apareció en África Occidental), y por primera vez se presenta una transmisión de este virus por fuera de todo el contienen africano (en España y Estados Unidos en trabajadores del área de la salud).

Por esta razón la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la alerta mundial.

Hasta la fecha se han presentado más de 13 mil casos de la enfermedad en África, con alrededor de 5 mil muertos. Hasta el momento poco más de 3 casos han sido transmitidos por fuera del continente africano.

Antes de 2014 todas las epidemias de Ébola habían ocurrido en zonas rurales apartadas y poco pobladas, donde se infectaba un número no muy alto de personas, y dichas epidemias se limitaron a unas áreas geográficas específicas de África Central.

Durante 2014 la enfermedad se dispersó hacia África Occidental, en regiones más densamente pobladas, lo cual produjo un número elevado de casos.

Guinea, Liberia, Sierra Leona, Senegal y Nigeria presentaron casos de transmisión entre humanos.

Dicha transmisión fue mayor en los 3 primeros países, en los cuales aún persiste la transmisión del virus. Por fortuna, según la OMS, Senegal y Nigeria han sido declarados como países libres de Ébola, por lo menos hasta el momento.



Algunas prácticas arraigadas en estos países africanos, tales como la imposición de manos a los enfermos en ceremonias de sanación, y la costumbre ritual de abrazar a los muertos durante sus honras fúnebres, han favorecido la transmisión y propagación del virus entre los humanos que habitan este continente, debido a que estas prácticas colectivas incrementan notablemente la exposición a secreciones de los enfermos (posteriormente fallecidos) lo cual aumenta el riesgo de transmisión.

Desafortunadamente estas comunidades se encuentran reacias al cambio de dichas costumbres. Además de lo ya mencionado, estos países son económicamente muy pobres, han estado en guerra civil por un largo período de tiempo además de no contar con una atención médica oportuna.

En algunos de estos sitios hay apenas 1 médico por cada 100 mil habitantes, y existe un déficit de centros y camas hospitalarias que excede el 80%.

Al tener poco personal de salud y poco acceso a los centros de salud existentes, muchos pacientes fallecen sin poder recibir atención médica.

La sobreocupación de los hospitales y la falta de recursos para la atención de los pacientes ha facilitado la transmisión del virus tanto entre los civiles como hacia los médicos y enfermeros (as).

El 10% de todos los casos de Ébola en África se han presentado entre el persona de salud, muchos de los cuales han fallecido, empeorando así la crisis humanitaria.

La transmisión del virus del Ébola por fuera del continente africano ha sido diferente.

No se han percatado aún casos en la comunidad, y sólo hay, hasta el momento, evidencia de casos transmitidos al persona de salud que ha atendido a estos enfermos, y luego regresado a sus países.

La falta de protección del personal de salud se ha asociado con un mayor riesgo de transmisión.

¿Qué tan contagioso es el virus del Ébola?





En general el riesgo de contagio de enfermedades infecciosas depende de varios factores, entre ellos la infectividad del microorganismo (grado de transmisión), el número de contactos y el tiempo de duración de la enfermedad.

A partir de estos factores se calcula un indicador denominado el número básico reproductivo, e cual se define como el número de personas contagiadas por cada caso de una infección determinada. en el caso del Ébola es de 1 a 2 casos de contagio por cada enfermo.

Para poner en contexto este número con otras infecciones, se pueden citar algunos ejemplos: se calcula que en el caso del VIH es de 4, y en el sarampión y la varicela hasta 18.

Haciendo estas comparaciones se puede deducir que el virus del Ébola no se transmite con tanta facilidad. El "problema" real es lo letal de este virus asociado hasta en un 80%.

¿Cómo se transmite el virus del Ébola?





Desde la primera notificación de contagio de este virus, su transmisión fue a través de contacto directo u otros líquidos corporales de animales salvajes, vivos o muertos, como monos, antílopes selváticos y murciélagos.

Este método de transmisión sólo se da en las zonas selvátivas de los países del contienen africano.

Este virus puede ser transmitido de persona a persona cuando existe un contacto directo (a través de membranas mucosas o heridas abiertas en la piel) con sangre u otras secreciones corporales (heces, vómito, orina, saliva, semen) de personas infectadas vivas o muertas.

También puede producirse infección cuando las heridas abiertas en la piel o las membranas mucosas de una persona sana entran en contacto con entornos contaminados como prendas de vestir o ropa de cama sucia o agujas usadas.

Se puede transmitir por contacto sexual sin usar protección, debido a que el virus del Ébola puede permanecer en el semen por varias semanas.

El personal de salud se ve frecuentemente expuesto al virus cuando atiende pacientes enfermos, y por lo mismo existe un riesgo de contagio muy alto si no llevan puesto el equipo de protección personal especialmente diseñado para atender estos pacientes.

Deben utilizarse guantes e indumentaria protectora resistente para manipular a las personas fallecidas por la enfermedad, quienes deberán ser sepultadas inmediatamente.

El virus del Ébola no se transmite a través del aire, como si sucede con el virus de la gripe o influenza.

Tampoco se contrae al tomar agua o comer alimentos cultivados o adquiridos legalmente fuera de África Occidental.

¿Cuáles son los síntomas de la infección del virus del Ébola?





Después de 2 días y hasta 21 días después de la exposición al virus, la enfermedad puede aparecer súbitamente (de un momento a otro) con fiebre, dolores musculares generales, debilidad en todo el cuerpo, dolores de cabeza intensos dolor de garganta.

Estas como primeras manifestaciones del virus. La siguiente fase de la enfermedad es caracterizada por vómitos, diarrea severa y mal funcionamiento del hígado y los riñones. Algunos pacientes pueden también presentar intensas hemorragias internas y externas y una falla de una mayor cantidad de órganos.

Hasta el momento no existe vacuna alguna ni algún tratamiento específico para prevenir o curar esta enfermedad. Sin embargo, se encuentran en fases muy avanzadas de investigación algunos medicamentos antivirales, anticuerpos neutralizantes del virus y vacunas específicas contra el Ébola.

¿Qué personas tienen mayor riesgo de contraer el virus del Ébola?





Las personas con mayor riesgo de contraer este virus serán aquellas que hayan estado recientemente en los países africanos donde está ocurriendo la transmisión (Guinea, Sierra Leona y Liberia), quienes adicionalmente deben haber estado en contacto con alguien enfermo.

Con el simple hecho de haber estado en alguno de estos países no vuelve a la persona sospechosa de padecer este virus.

Se recomienda que las personas que hayan estado en estos países y que además hayan estado en cercanía con pacientes infectados vivos o muertos, se mantengan en cuarentena (aislados durante un período de tiempo determinado por las autoridades sanitarias), para vigilarlos ante una eventual manifestación de los síntomas de esta enfermedad.

En caso de presentarse los síntomas, los pacientes serán catalogados como posible caso sospechoso de Ébola, y deberán ser hospitalizados para evaluación médica, bajo condiciones muy estrictas de aislamiento.

¿Cuál es el riesgo de que el Ébola se pueda transmitir en otros países fuera del continente africano?





El riesgo de infección por el virus del Ébola, en países que no pertenecen a África, es muy bajo, incluso si se ha viajado a las zonas infectadas por la epidemia, siempre que la persona no haya estado expuesto a líquidos corporales de una persona o animal infectados, bien sea que estén vivos o muertos.

El contacto con líquidos corporales incluye el contacto sexual sin protección con pacientes infectados, o un simple beso "apasionado", durante las siete semanas siguientes a su restablecimiento.

El contacto fortuito en lugares públicos con personas que aparentemente no están enfermas no transmite la enfermedad. no puede contraer el virus por la simple manipulación de alimentos o dinero, ni por bañarse en un piscina.

Los mosquitos no transmiten este virus. El virus del Ébola se elimina fácilmente con jabón, cloro, luz solar o con la sequedad.

El virus se destruye con el lavado de la ropa en la lavadora. El virus sobrevive durante poco tiempo en superficies que están al sol o que se han secado.

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