Dedicar una buena cantidad de horas de sueño para lograr siempre dormir bien ayuda a mejorar el aspecto físico, nuestras habilidades cognitivas y la calidad de nuestra piel La piel de un bebé es delicada y por lo mismo envidiable para muchas personas.
Muchos productos estéticos prometen a sus clientes conseguir una piel tersa (sin arrugas) como la de un bebé.
Ahora bien, los bebés reflejan una piel saludable debido a las largas horas de sueño constante. Obviamente juega mucho el hecho del factor juventud.
La respiración y las buenas noches de sueño para mejorar la salud general y estética
Cuando dormimos, la respiración se hace de una forma lenta y profunda para favorecer así la oxigenación de todas las células del cuerpo.
Por eso cuando no dormimos bien ni las horas suficientes, los efectos negativos en la piel, y el aspecto en general, son casi que instantáneos.
Efectos como la hinchazón en la zona de los ojos u ojeras, son las más grandes evidencias de una mala noche.
Dormir bien ayuda a mantener una figura más atractiva
Según estudios que se realizan en cuanto a la obesidad y el sobrepeso graso, las conclusiones apuntan a que hay una relación entre el sobrepeso en grasa corporal y la falta de sueño y mala calidad del mismo.
Es decir que mientras surge obesidad menos se duerme y viceversa (claramente la alimentación y el ejercicio físico juegan un papel determinante).
Esto se relaciona con el hecho de que la falta de sueño altera los niveles de leptina y grelina, conocidas como las hormonas del apetito, cuya función es regular el deseo de comer.
Por eso adelgazar (disminuir los niveles de grasa corporal) podría ser más difícil si la persona sufre de insomnio o no tiene una rutina adecuada de sueño, provocando alteraciones en el metabolismo y en general en el sistema endocrino.
Dormir bien refuerza la lucidez, el aspecto físico y semblante
Bien dicen muchos artistas que no hay mejor maquillaje que una noche de buen sueño.
El British Medical Journal publicó un estudio donde se fotografiaron a varias personas después de una jornada de sueño completo y otras a las que se les privó su momento de dormir.
Luego estas fotografías fueron expuestas a un grupo de personas para ser valoradas del atractivo y del estado de salud de cada participante.
El público que hacia el papel de jurado pudo percibir fácilmente quienes eran aquellos que se veían lúcidos y con un mejor aspecto o apariencia física.
Concluyendo que este grupo eran los que durmieron bien toda la noche, y los que tenían una apariencia menos saludable eran aquellos a quienes se les privó del reparador período de sueño.
Consejos para dormir bien
1. Ir a la cama con la mente relajada.
Consultar con la almohada causa preocupaciones, y cierto grado de estrés, ante situaciones o tareas pendiente por hacer.
Lo que se aconseja en este caso no es que se olviden los problemas o las tareas, sino que se anoten en un cuaderno, en el celular, etc., para que en el despertar del otro se enfrenten, ya luego de una buena noche de sueño.
2. Hacer deporte durante el día.
Hacer ejercicio de manera regular no sólo contribuye a estar en forma, sino que también ayuda a relajarse y descargar tensiones causadas por el cansancio, permitiendo que el momento de dormir sea más placentero y descansado para el cuerpo.
No obstante, cuando se trata de ejercicios o deportes de alta intensidad, si no se tiene la costumbre, lo mejor es evitar practicarlos en horas muy tardes de la noche, para evitar que el organismo quede muy activo, lo que permite difícilmente conciliar el sueño en muchas personas.
3. Evitar consumir un exceso de alimentos antes de irse a dormir.
Es importante mantener horarios de alimentación establecidos, pero también es importante evitar comer una gran cantidad de alimentos en exceso por unidad de tiempo (de una sola), sin importar que éstos sean considerados como saludables, más aun cuando nos preparamos para ir a dormir.
4. Cuida el lugar donde se duerme.
Es de vital importancia que la habitación inspire un aire de tranquilidad y relajación.
Hay que tratar además de que a la hora de dormir, nuestro cuarto quede lo más oscuro posible (al 100% si es posible), ya que la oscuridad permite la segregación hormonal óptima que nos prepara para el sueño.
Hay que evitar ciertos elementos que puedan distraer el sueño como una luz excesiva (la del reloj despertador cuenta como distracción), celulares, televisores, etc.
También es importante mantener una temperatura adecuada en nuestra habitación (alrededor de 25°C), y mantenerla tanto aseada como ordenada.
5. Mantener hábitos de sueño regulares.
Es importante crear rutinas agradables antes de dormir como tomar un baño con agua tibia (para relajarnos, ya que la fría nos activa), escuchar música relajante, leer, entre otras actividades que nos preparen para dormir.
Hay quienes prefieren usar el televisor para "arrullarse", y aunque es poco recomendado porque a la vez no permite un sueño profundo, puede ser utilizado como una última opción emergente. Es importante también tratar de ir a dormir a la misma hora todos los días.
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