Hacer ejercicio constantemente trae muchos beneficios en las personas con diabetes.
Aunque lo ideal sería que una persona prevenga la diabetes con la práctica constante de ejercicio físico y no que se espere a padecer diabetes para empezar a practicarlo y para empezar a adoptar mejores hábitos de vida, incluidos por supuesto aquellos que tienen que ver con una buena alimentación.
Hacer ejercicio de forma regular es una de las mejores curas o tratamientos en contra de la diabetes y para prevenirla.
Practicar ejercicio bien dosificado de forma constante podría curar la diabetes
En este artículo hablaremos sobre los beneficios que tiene practicar ejercicio físico cuando una persona padece diabetes y cuando aun no la padece pero tiene cierto riesgo de que esta patología se manifieste, además de mencionar ¿Qué deben tener en cuenta las personas con diabetes tipo 1 y 2 a la hora de hacer ejercicio físico?
Practicar ejercicio físico a un ritmo acorde a cada persona, por al menos 4 días a la semana, mejora la calidad de vida del paciente diabético.
Reduce el riesgo de complicaciones de todo tipo.
Unos tres millones de muertes anuales por falta de ejercicio físico en pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles (incluyendo por supuesto la diabetes) se producen cada año en el mundo.
La alarmante cifra, entregada por la Organización Mundial de la Salud, OMS, deja clara la importancia del ejercicio en el paciente con diabetes, convirtiéndose en el factor principal de prevención.
De hecho, el sedentarismo es uno de los factores de riesgo para sufrir esta patología, caracterizada por el aumento de azúcar en la sangre y no poderla llevar ni "entregar" de manera eficiente a donde corresponde (hígado, células, tejido muscular esquelético, etc.).
Bien sea porque el organismo no produce insulina (diabetes tipo 1) o porque no puede utilizar de manera óptima la que produce (diabetes tipo 2), siendo esta última la más común (aproximadamente en el 90% de las personas con esta enfermedad).
Pero la práctica de ejercicio físico no es solamente un tratamiento de primera mano para quienes ya padecen la enfermedad, sino también para aquellas personas sanas con riesgos de padecerla para así evitar que ésta se manifieste.
Eso sí, esta no puede ser una práctica al azar. Exige control y la aplicación de unos parámetros, que pueden variar de acuerdo con el caso.
Los beneficios de hacer ejercicio en personas con diabetes
- Mejora la capacidad cardiovascular. Aumenta la sensibilidad a la insulina. Mejora la tolerancia a la glucosa. Aumenta la fuerza muscular.
- Favorece la función de los patrones motores, es decir, de actividades como empujar, halar, caminar o correr. Mantiene controlada la masa corporal en su porcentaje graso.
- Mejora la calidad de vida porque notoriamente mejora el estado de salud.
- Ayuda a evitar que empeore el proceso patológico.
- Reduce la posibilidad de complicaciones a corto plazo como mareo, pérdida del conocimiento, cetosis y coma diabético, así como otras a largo plazo oftalmológicas, renales, neurológicas y cardiovasculares.
¿Qué deben tener en cuenta las personas con diabetes antes, durante y después de hacer ejercicio?
- Monitorear los niveles de glucemia antes de hacer ejercicios.
Si está por encima de 250 mg, se deben abstener de practicar la rutina de ejercicio. Si es menor a 100 mg, es posible realizarla pero con mucha precaución y sin exigirse tanto.
- Antes de empezar a ejercitarse es bueno calentar primero realizando ejercicio de movilidad articular, posiblemente una sesión corta de ejercicios de flexibilidad o estiramiento, y al finalizar la rutina alargar un poco más la sesión de estos últimos ejercicios para así ayudar a recuperarse más fácil y rápido.
- Los ejercicios más convenientes para mejorar la capacidad aeróbica y así también mejorar la calidad del plasma sanguíneo (para optimizar el transporte de oxígeno y nutrientes a las células) son los de tipo aeróbico, bien sea caminata, trote suave, elíptica, etc., siempre y cuando las pulsaciones por minuto no superen el 75% de la Frecuencia cardíaca máxima (FCmáx) de cada quien (FCmáx = 220 - edad).
- Los ejercicios de tipo aeróbico/anaeróbico (pueden ser también los anteriores pero con unas pulsaciones por minuto entre el 75-90% de la FCmáx) y los de tipo meramente anaeróbico (como pueden llegar a serlo los entrenamientos con pesas) pueden ser también beneficiosos practicados de 3 a 4 veces por semana.
Ya que los pacientes con diabetes tipo 1 tienden a perder masa muscular (atrofia muscular) y en las personas con diabetes tipo 2 el gasto energético tiende a aumentar aun en estado de reposo.
Eso sí, se debe tener en cuenta empezar de manera progresiva desde lo más fácil a lo más complejo, también tener en cuenta empezar por grupos musculares grandes y terminando en los más pequeños (caso de los entrenamientos con pesas en diabéticos).
Y tratando de mantener buenos descansos entre series (de 1,2 o 3 minutos) en caso de ser requeridos, ya que tampoco es muy recomendado mantener las pulsaciones por minuto tan altas durante tiempos relativamente prolongados, porque se comienza a producir mucho ácido láctico por unidad de tiempo, lo cual empeora la situación de la persona.
- También es conveniente practicar rutinas de entrenamiento de tipo funcional, las cuales ayudarán a mejorar el desempeño en las actividades diarias como agacharse, levantar cosas, subir escaleras, entre otras.
- Si la situación patológica es muy compleja, es conveniente abstenerse de realizar entrenamientos con cargas externa (pesas), por lo cual se debe optar por realizar ejercicios de fuerza utilizando solamente en peso corporal.
Ya que ejercitarse con pesas podría generar mucho estrés articular y muchos productos de desecho que pueden alterar el metabolismo de forma negativa (pero si la situación no es tan grave, hay pacientes diabéticos que pueden entrenar con pesas por tiempos relativamente cortos y a intensidades no muy altas).
- Si la persona padece diabetes tipo 1, la sesión de entrenamiento de fuerza (son o sin pesas) durante la rutina No debe ser superior a los 20 minutos, y la parte de ejercicio aeróbico/anaeróbico (cardio con picos de intensidad) No debes ser superior a los 10 minutos.
Ya para terminar la sesión de entrenamiento es importante realizar una sesión de 20 a 40 minutos de ejercicio cardiovascular como caminata, trote suave, etc., a un ritmo meramente aeróbico, es decir manteniendo las pulsaciones por minuto entre el 40% y el 75% de la frecuencia cardíaca máxima.
- Si la persona padece diabetes tipo 2, es posible que las sesiones de entrenamiento se puedan alargar un poco, por ejemplo en la parte de fuerza ser de 30 a 40 minutos, posiblemente incluyendo ejercicios también con cargas externas (pesas), la parte del cardio con picos de intensidad puede ser también de 10 minutos.
Y siempre terminar con la parte de cardio a un ritmo meramente aeróbico para ayudarse a recuperar más fácilmente, ayudando a oxidar gran parte del ácido láctico producido y evacuar productos de desecho.
- Alrededor de 60-90 o más minutos antes de entrenar (varía de acuerdo a cada persona) y justo después de terminar la sesión de entrenamiento, las personas con cualquiera de los dos tipos de diabetes deben consumir una porción moderada de algún carbohidrato complejo como el arroz, pasta, patata cocida, etc., una de proteína y una ensalada de verduras, para que así el nivel de glucemia en la sangre sea constante.
Deben abstenerse de las cosas dulces aun si se trata de frutas.
- Habiendo seguido el consejo anterior, durante el entrenamiento lo único que deberán consumir será agua, más cuando se trata de estimular la pérdida de grasa corporal.
Y aun si el objetivo es también ganar algo de masa muscular, una persona diabética durante una rutina de fuerza con o sin pesas debe beber antes, durante y después de la rutina solamente agua.
Todo esto porque las bebidas con electrolitos como el Gatorade aportan glucosa de fácil y rápida absorción que puede descontrolar los niveles de glucemia sanguínea.
Además la rutina de ejercicio no será ni tan intensa ni tan extensa como para que una bebida de este tipo sea necesaria, precisamente por la condición patológica de la persona.
- En caso de mareo durante la rutina de entrenamiento (lo cual no debería pasar si se come bien antes de entrenar y si la rutina se maneja dentro de los estándares establecidos según la condición del paciente), se debe optar por suspender el entrenamiento.
Luego consumir una fruta que No sea muy dulce, como una papaya o manzana verde por ejemplo (No consumir ni banano ni piñas dulces a menos claro que no haya otra opción), reposar unos 10-20 minutos, y si es posible realizar la sesión de cardio solamente a un ritmo meramente aeróbico y finalizar con ejercicios de estiramiento.
- Es posible que las personas con diabetes que pueden practicar entrenamientos de fuerza con o sin pesas, puedan consumir como pos entrenamiento un suplemento proteico en polvo que No tenga ningún tipo de carbohidrato, sea simple o complejo, es decir que el suplemento debe ser prácticamente proteína, y si es sin sabor (unflavored) mucho mejor.
Deben consumirlo solamente en agua, y luego esperar unos 40-60 minutos para consumir los alimentos.
¿Cómo saber qué tipo de ejercicio puede practicar una persona con diabetes?
Para determinar qué tipo de ejercicio debe hacer el paciente diabético, primero hay que evaluar los siguientes aspectos (esto le corresponde únicamente a un médico profesional en el área.
Ningún entrenador o instructor de gimnasio está apto para realizarlo, a menos claro que cuente con estudios certificados de medicina):
- Qué tipo de diabetes sufre.
- Sí tiene complicaciones como cardiopatia, neuropatía o nefropatia.
- Cuáles son sus niveles de glucemia.
- Cuántas dosis de insulina necesita al día. A qué horas se aplica la insulina.
EN CASO DE RETINOPATÍA
No se deben realizar ejercicios que involucren movimientos de cabeza bruscos, los cuales aumentan la presión arterial y por lo tanto la intraocular. Por eta razón están prohibidos algunos ejercicios de yoga, gimnasia, etc.
Por esta razón tampoco son convenientes las disciplinas o ejercicios de tensión muscular isométrica como los pilates y mucho menos los entrenamientos con pesas.
Se deben optar, los ejercicios que involucren otros tipos de tensión o contracción muscular (concénctrica-excéntrica) a un ritmo no muy alto, como lo son montar en bicicleta, nadar, caminar, trote suave, etc.
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