¿Cómo ser un buen entrenador o instructor de gimnasio?


Aprende lo que debes saber para tener las cualidades y aptitudes que te califiquen como un buen entrenador o entrenadora o un buen instructor o instructora de gimnasio.

Ser considerado como un buen instructor o instructora de gimnasio no se basa solamente en tener un cuerpo brutalmente musculoso, o tener un cuerpo fitness para lucir porque el conocimiento teórico importa mucho más, y por supuesto la forma en cómo se pueda transmitir a quienes quieren lograr objetivos en cuanto a ganancia de masa muscular y reducción de su porcentaje de grasa corporal.

El simple hecho de tener un "buen" Look no te hace un buen entrenador


En otras palabras, muchos buenos instructores e instructoras de gimnasio no entrenan o lo hacen cuando pueden, simplemente porque por sus estudios pre y post grado deben invertir mucho tiempo en el aprendizaje de nuevos conceptos, y en sí en la aplicación de los mismos en las personas que entrenan, y por lo mismo poco tiempo o poca energía les queda para dedicarse a los entrenamientos.

De ahí que se los puede comparar con algunos médicos que se dedican a aprender muchos conceptos, a llevarlos a la práctica, a aconsejar y aliviar pacientes de sus dolencias, por lo cual a veces estos médicos pueden descuidar un poco su salud por la gran acumulación de estrés que se puede generar.

Un amplio conocimiento fisiológico y de nutrición prima sobre un Look de revista fitness


Si un instructor o instructora de gimnasio posee además de buenos conocimientos teórico-prácticos, un cuerpo musculoso o fitness, pues bien, excelente, "venderán" más en cuanto a ser contratados por personas que querrán ser entrenadas por ellos o ellas.

Pero como ya mencioné, la calidad de una persona para estar en condiciones de entrenar a otra, no se basa en su aspecto físico, sino principalmente en los conocimientos que ha adquirido de buenas fuentes (principalmente estudios universitarios), o empíricos en base a libros de fisiología general y del ejercicio, y no esas "estúpidas" y a veces mal fundamentadas "revistas fitness".

También es muy importante que la persona que decida incursionar en este mundo del entrenamiento deportivo y/o pesas, que quiera entrenar a personas de forma aleatoria (instructores e instructoras de planta) o de forma personalizada, tenga mucho carisma, buena educación en cuanto a modales, el respecto, la misma tolerancia, etc., los cuales son componentes axiológicos que no deben faltar, porque si bien alguien puede saber mucho y/o ser el más musculoso (a) del gym, puede ser un completo patán o una completa "p**ra", y eso no creo que agrade a alguien.

Ser profesional es otro aspecto importante en un buen entrenador


Otro aspecto importante a tener en cuenta es que se debe actuar siempre de una forma muy profesional, y en esto hago referencia cuando nos toca entrenar a alguien (hombre o mujer) que físicamente pueda parecernos atractivo (a), por lo cual hay que actuar como si esa persona no lo fuera, por lo menos durante el tiempo en el gimnasio.

Todo esto para evitar malos entendidos, para no desprestigiar el gimnasio y la misma reputación personal.

Muchos instructores e instructoras tienen el mal dicho de que "en esta profesión se puede comer a la carta", lo cual en gran parte es algo cierto, no se lo puede negar, pero la aplicación de este concepto dentro y fuera del tiempo laboral es lo que hace la diferencia entre un instructor o instructora buenos y profesionales, de unos malos y con dudosa reputación ética y moral.

Saber dosificar un planear un entrenamiento específico para cada persona


Ya en cuanto a la parte en sí de los entrenamientos, cada quien debe tener en cuenta que todas las personas diferentes y por lo cual No reaccionarán de la misma manera a un mismo entrenamiento.

Con esto me refiero a aquellos y aquellas que plantean la misma rutina para todos y todas.

A veces ni siquiera preguntan a la persona cuáles son los objetivos que quieren alcanzar, sino que muchas veces hacen el "intento" de tomarles medidas (como para disimular que no saben mucho), o a veces ni las toman, y de una les plantean una rutina estándar.

Las personas que poco saben sentirán que esa rutina les servirá, y lastimosamente poco o nada podrán reclamar a este mal instructor o instructora de gimnasio.

Ser un buen instructor de gimnasio es sinónimo de ser un buen profesional integro del entrenamiento físico, un instructor que pueda desenvolverse en el ámbito profesional no solo por lo que sabe sino también por cómo es capaz de promover o impartir ese conocimiento a los alumnos o personas que entrena.

Lograr músculos gracias al uso de esteroides no te hace el mejor entrenador o entrenadora de todos


No basta con ser un instructor o instructora muy musculado si no se tienen buenos fundamentos teóricos en cuanto a la fisiología general y del ejercicio, aunque tampoco basta con ser una persona muy estudiada pero con poco desenvolvimiento verbal y poco carisma.

Claro que si tú tienes el aspecto para lucir todo lo que aprendiste de buenas fuentes sería genial.

Preferiblemente promover lo que aprendes luciendo lo que has logrado de forma natural y no por medio de la inyección de esteroides anabólicos artificiales y/u hormona de crecimiento humano, o si decides optar por estas ayudar ergogénicas, al menos ten la decencia de explicar de manera clara y detallada a las personas todos los riesgos para la salud que trae su inyección o ingesta.



Guía a tus alumnos por un buen camino que no comprometa su estado de salud


Sería excelente que pudieras evitar que las personas se desvíen por el camino fácil, porque realmente aunque de algún modo lo es, éste puede traer a corto o largo plazo efectos negativos para la salud, porque la inyección de éstos promueve la proliferación exagerada de glóbulos rojos lo que puede volver demasiado viscoso al plasma sanguíneo, y esto es lo que causa los ataques al corazón, principalmente.

Un buen instructor de gimnasio también debe contar con buenos conocimientos sobre nutrición general y deportiva, saber cómo calcular el requerimientos energético basal y total de cada persona para ser capaz de armar un plan nutricional adecuado.

Por obvias razones un buen instructor de gimnasio también debe ser capaz de manejar los distintos dispositivos como plicómetros, Tanita, Tallímetro, etc., para poder hacer buenas medidas en cuanto a la antropometría.

Que los cursillos sean una ayuda para reforzar conceptos, pero trata todo lo posible de profesionalizarte o por lo menos de hacer un curso formal en una institución académica que te proporcione un diploma y no un simple certificado que cualquiera puede obtener, ya que para obtenerlo solo basta con asistir a este tipo de cursillos o a veces simplemente pagando.

Pon a prueba lo que aprendiste en tu carrera profesional por medio de las evaluaciones y ponlo en práctica con las personas que debas entrenar a lo largo de tu carrera profesional.

En los artículos que dejo a continuación hablo de manera detallada cómo reconocer a un bueno o mal instructor o instructora de gimnasio en el caso que seas tú un alumno el que esté leyendo este artículo, y en el segundo explico todos los conocimientos que un buen instructor(a) de gimnasio deberían saber en caso que quisieras mejorar y/o reforzar:

¿Cómo diferenciar de un instructor (a) bueno (a) de uno (a) malo (a)?

Todos los conceptos que estos instructores (as) de gimnasio deberían saber.

¿Tienes algo que decir sobre este artículo? Compártelo con nosotros en:

siguenos en facebook sígueme en Instagram Canal de youtube siguenos en Twitter