Ajonjolí: propiedades y beneficios para la salud

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Mira algunas propiedades nutricionales y beneficios del ajonjolí.

El ajonjolí o sésamo es una semilla con grandes beneficios y propiedades para mantener en óptimas condiciones nuestra salud.

Principalmente tiene efectos sobre el sistema cardiovascular (corazón, arterias, etc.) gracias al contenido en ácidos grasos esenciales (omega 3, omega 6, etc.) los cuales estimulan la producción de HDL (lipoproteínas de alta densidad) que ayudan a erradicar el colesterol que se aloja en las arterias como causa de las LDL quienes los "sacan" desde el hígado y se encargan de acumularlo en las paredes arteriales.

Propiedades nutricionales y beneficios para la salud de comer ajonjolí


El ajonjolí en sí es una planta que perteneciente a la familia de las Pedaliáceas, que en su mayor esplendor podría llegar a alcanzar 1 metros de altura.

Su característica principal es el tener flores de color blanco y algunas veces rosadas que la hacen muy llamativa.

La semilla del ajonjolí es conocida como sésamo, pero por simple popularidad o comodidad, se le sigue llamando a lo que consumimos como el nombre de la planta originaria.

Estas semillas son muy utilizadas en la gastronomía para lograr un espesor y agradable sabor en una gran diversidad de alimentos preparados, como por ejemplo en los panes u otros productos similares, lo que les da una textura, sabor y aroma característico muy llamativo y delicioso.

Las semillas de ajonjolí o sésamo poseen una gran cantidad de nutrientes macro y micro de un alto valor biológico.

Aportan a nuestra dieta una buena cantidad de grasas insaturadas, las cuales son absorbidas por nuestro organismo en forma de ácidos, principalmente los omegas 6 y 9, lo cual estimula la producción de Lipoproteínas de alta Densidad (HDL), mismas que ayudan a evacuar el colesterol que pueda irse acumulando en las arterias para evitar así problemas de tipo cardiovascular como infartos al miocardio, presión arterial alta, etc.

Entre otros lípidos o grasas que aporta el consumo de estas semillas, se encuentra también la lecitina la cual es un tipo de grasa fosforada porque se encuentra presente por ejemplo en el tejido del sistema nervioso, sirviendo de ayuda para mielinizar ("lubricar") las conexiones entre neuronas para permitir así un mejor funcionamiento.

También este lípido se puede encontrar en la sangre, el semen, la bilis y es capaz de intervenir en el funcionamiento de las glándulas sexuales (gónadas y ovarios).

Por ser un tipo de grasa insaturada, sus propiedades también ayudan a la producción de HDL y a disminuir la producción de Lipoporteínas de baja densidad (LDL: encargadas de transportar el colesterol desde el hígado hacia las arterias).

La lecitina que aporta las semillas se ajonjolí o sésamo se encargan de facilitar la disolución de otros tipos de grasas, para prevenir así el agotamiento del sistema nervioso (por poca mielinización) y del cerebro (por mala circulación sanguínea y por ende un flojo transporte de oxígeno y nutrientes).

El sésamo o semillas de ajonjolí aportan una buena cantidad de proteínas de un valor biológico alto, de las cuales por componente principal llevan el aminoácido metionina, mismo que se encarga de participar en la síntesis de otros aminoácidos como la cisteína, carnitina, taurina, y fosfolípidos como la ya mencionada lecitina, la fosfatidilcolina, entre otros.

Ya pasando al aporte de micronutrientes, las semillas de ajonjolí o sésamo aportan a nuestro organismo vitaminas del complejo B como la tiamina (B1) y riboflavina (B2) en cantidades elevadas.

El Ajonjolí aporta muy buenas cantidades de Vitamina E


También se encarga de proveernos de una buena cantidad de vitamina E, misma que tiene una acción antioxidante para combatir los radicales libres y así reducir la posibilidad de envejecimiento prematuro. Se encarga también de reducir la producción de LDL.

También es esencial para mejorar la evacuación de productos de desecho del torrente sanguíneo, mantener una buena tonicidad muscular, mejorar el funcionamiento del sistema nervioso.

También el consumo de estas semillas nos aporta una cantidad moderada de otras vitaminas también muy importantes como la B3, B5, B6, K, y otros compuestos orgánicos como el ácido fólico, biotina, inositol y colina.

El alto contenido de calcio que aportan las semillas de ajonjolí o sésamo lo hacen un excelente aliado de las mujeres, principalmente, para prevenir la manifestación de la osteoporosis, para quienes quieran optar por fuentes vegetales de calcio evitando así los tan dañinos y perjudiciales lácteos de origen animal como la leche de vaca y sus derivados.

Otra buena característica que hacen que el sésamo o semillas de ajonjolí puedan reemplazar sin ningún problema a los lácteos de origen animal, es el hecho que también aporta otros minerales en buenas cantidades como es el caso del magnesio, él fósforo, silicio, zinc, cobre y boro.

También aporta cantidades importantes de potasio, hierro, selenio, yodo y cromo.

Consumir semillas de ajonjolí tiene otros beneficios como recibir el aporte de otros antioxidantes que pertenecen a la familia de los lignanos, como lo son el sesamin, sesamolin, sesamol, sesaminol, sesamolinol y pinoresinol.

Este tipo de compuestos fenólicos se encargan de aportar un cierto tipo de estabilidad entre los ácidos grasos presentes en estas semillas, por lo cual el aceite de sésamo u ajonjolí es también muy utilizado para mejorar la salud en general.

Beneficios del aceite de ajonjolí o sésamo



El aceite de ajonjolí es excelente para ayudar a combatir el dolor e inflamación producto de la artritis y la artrosis.

Además, este aceite tiende a contener concentraciones más altas de calcio que cualquier otro alimento (es decir que por ejemplo 50 g de aceite de ajonjolí o de las mismas semillas, tienen más calcio que 50 g de leche, además de ser de más fácil absorción).

Además de poseer propiedades antiinflamatorias, este tipo de aceite se encarga igualmente de retardar el envejecimiento celular (claro que también es indispensable alimentarse lo más sanamente posible y no dejar todo al consumo de este aceite) prolongando la vida útil de las células que componen todos los tejidos de nuestro organismo.

Es posible que ayude a inhibir el desarrollo o proliferación de células cancerígenas gracias al efecto de los antioxidantes y al efecto alcalinizante que promueve en nuestros tejidos (pero de nuevo, otras modificaciones en la alimentación son indispensables para lograr los beneficios del consumo de este tipo de aceite y/o las semillas de ajonjolí).

Tanto al aceite de ajonjolí como sus semillas aportan una buena cantidad de fibra (más por parte de las semillas: componente de la fibra como el mucilago), lo cual confiere a nuestro organismo un efecto laxante benéfico "suave", al mismo tiempo que se encarga de proteger nuestra flora intestinal, promoviendo un espacio agradable para la proliferación de bacterias buenas.

Para efectos de belleza, el aceite de ajonjolí se encarga de hidratar, revitalizar y humectar la piel posiblemente que se encontraba reseca por efectos del sol, la edad y la misma deshidratación.

De ahí que aplicarse este aceite en distintas partes del cuerpo, masajear por unos cuantos minutos y dejarlo hasta el próximo baño (NO acostarse a dormir con este aceite aplicado), es excelente para evitar las arrugas prematuras, además de encargarse de dejar un tono y aspecto agradable en la piel.

Y no hay problemas relacionados con el acné o la producción de granitos al ser aplicado en el rostro, dado que aunque es un aceite no tiene un efecto adverso sino todo lo contrario, dado que posee una acción anti-bacterial que facilita una limpieza profunda, ayudando en muchas ocasiones a eliminar los puntos negros (o por lo menos facilitar su salida cuando levemente se "estripen").

Por esta razón se recomienda ser aplicado en el rostro con suaves masajes, en la noche, dejar por unos cuantos minutos y después limpiar suavemente con una toallita humectada con agua tibia y un tónico limpiador recomendado.

EN CONCLUSIÓN. Tanto las semillas de ajonjolí como su aceite son de excelente calidad porque tienen además un efecto alcalinizante en nuestro organismo (para evitar la proliferación de bacterias y otros agente patógenos), nos aportan energía de buenas fuentes, ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro, estimulan la memoria (gracias a que ayuda a mielinizar las neuronas).

Protegen nuestro sistema cardiovascular, promueven una buena circulación de la sangre, evitan los problemas relacionados con la osteoporosis, ayudan a fortalecer el cabello, mejoran el aspecto y calidad de la piel y encías, entre muchos otros beneficios.

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