Todo sobre el embarazo, recomendaciones y consejos


Generalmente las parejas se enteran de que ahora serán tres, entre la quinta y octava semana de embarazo. Para entonces, lo que pasa en el útero supera el conocimiento de la mayoría de nosotros.

Incluso sabiendo la fecha de fecundación, las cuentas que se hacen no son del todo exactas, pues pasarás de 6 a 9 días para que el óvulo llegue a la matriz, y en total, cuatro semanas para lograr la concepepción.

El proceso fisiológico del embarazo


Lo primero que ocurre cuando el óvulo anida (blastocito primera fase), es la producción de la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG), encargada de avisarle al cuerpo de su estado y detener la menstruación. El cordón umbilical se ha formado completamente, pues garantizada la alimentación, puede comenzar la formación del feto.

Solo hasta la cuarta semana (primer mes) se comenzará a experimentar lo que se siente estar embarazada. Aunque todos los procesos son tan diferentes como las mujeres mismas, la función hormonal de la HCG es el primer piñón en la estructura de los cambios corporales necesarios para ser mamá.

Y al estar el cordón umbilical listo, en la quinta y sexta semana ocurre uno de los eventos más importantes de la gestación: la creación del tubo neural, el inicio del cerebro y la médula espinal; también se forma el sistema digestivo, circulatorio y el corazón; además del desarrollo del oído interno, la boca y los ojos.

Los primeros síntomas del embarazo


En este momento, la mayoría de las futuras madres sufren síntomas poco agradables como mareos, nauseas, cansancio, somnolencia constante, y sobre todo, si no se alimentan bien, picos de debilidad.

Pero ¿qué más podrías esperarse si el cuerpo duplica sus esfuerzos? Por eso, comer vegetales (sobre todo los de hojas verdes, ricos en hierro), legumbres, cereales integrales (ricos en ácido fólico), proteína animal (aunque muchas madres sean vegetarianas), líquidos y evitar los dulces (excepto las frutas) y la comida chatarra, ayudará al éxito en la gestación.

También es prudente no hacer esfuerzos innecesarios. Practicar deportes de alto esfuerzo o llevar rutinas muy exigentes, no es aconsejable durante el embarazo. Recuerda: en las primeras semanas, las amenazas de aborto son comunes, pues el agarre del embrión es todavía muy débil.

Al terminar el segundo mes ya hay un feto que mide unos 3 centímetros. El desarrollo del cerebro se acelerará en la séptima semana, y es por eso que la cabeza comienza a crecer más rápido que el resto del cuerpo.

En el último mes de este trimestre se entra a la etapa fetal, porque todos los órganos y sistemas del cuerpo están listos para crecer y madurar. De la misma forma, el aspecto está más definido, pues ha alcanzado un rostro y cuerpo claramente humanos.

De hecho, al finalizar la semana 12, los riñones ya están funcionando y el hígado produciendo bilis.

LAS CONSULTAS PRENATALES.

La primera visita al ginecólogo obstetra es muy importante, sin que esto signifique que el resto no lo sea, pues él indagará los antecedente médicos y familiares, los hábitos alimenticios, la rutina laboral y hará un examen completo.

En esta revisión, además de tomar la presión arterial y medir el peso, él examinará los senos, la posición y simetría del útero, el tono muscular del área y los genitales externos.

Además él dejará una "tarea", pues allí comienzan una serie de exámenes como son la citología, pruebas de hepatitis y SIDA, parcial de orina (que busca exceso de azúcar o aminoácidos) y un examen de sangre que revelará varias cosas, entre ellas, si se tienen anemia, cuál es el grupo sanguíneo y presencia de otras enfermedades.

También es importante que a partir de aquí se haga una programación para no faltar a los cursos profilácticos, donde se enseñará todos obre el embarazo, el parto y el posparto. También, desde los ejercicios necesarios para estirar la espalda y fortalecer la pelvis, pasando por la alimentación adecuada y las técnicas de respiración necesarias para el momento cumbre.

SEGUNDO TRIMESTRE.

Es, generalmente, el más disfrutado. Se abandona por fin el aspecto cansado y pálido característico del período pasado, y haber superado las nauseas y mareos permite recobrar la vitalidad.

Llevar una vida sexual activa y placentera es muy importante para todo ser humano, así que en el embarazo, más que consecuencias negativas, esta actividad está bien cargada de beneficios (por supuesto si no hay contraindicaciones médicas). ¿Se puede hacer el amor durante el embarazo?

Tener relaciones íntimas producirá placer no solo a la futura madre sino también al feto, que capta señales enviadas por el cuerpo de ella, incluyendo los movimientos producidos por los orgasmos.

Además, la pelvis se fortalece. Así mismo, las manifestaciones amorosas durante la relación abonarán un ambiente de tranquilidad y felicidad para la pareja y el futuro bebé.

Este trimestre, por lo demás, es un período de crecimiento acelerado. Por un lado, el feto aumenta su peso hasta 30 veces. Por el otro, la cintura de la mujer se convertirá en un bonito recuerdo y esta es una excelente excusa para salir de compras y renovar el armario.

UN PAR DE CAMBIOS SALTAN A LA VISTA.

Pero la gestación no solo aumenta el volumen de la barriga, también el de los senos, hasta el punto en que quizá avance hasta dos tallas de sostén. Hormonas como la prolactina trabajan durante todo el embarazo preparando a la mujer para la lactancia materna, y por ello las glándulas mamarias crecen al igual que la irrigación de la sangre.

También se hará constante el despiste constante. La cabeza tardará más concentrándose en eventos diferentes a los de la concepción y estado de ánimo continuará fluctuando por diferentes sentimientos.

Es muy importante, por ejemplo, que no se piense en el parto; lo mejor es no torturarse ideando que puede ser doloroso o difícil. Es mejor investigar todas las técnicas de estimulación que se pueden implementar para fortalecer la relación con el futuro hijo o hija, pues aunque falte un tiempo para verlo, él o ella ya son capaces de escuchar a la madre, la siente moverse e identifica sonidos que vienen del exterior.

No todo es color rosa; al aumentar el crecimiento del útero, los órganos aledaños comienzan a comprimirse, razón que llevará a la mujer a ir más veces al baño. Se sentirá además un poco de acidez estomacal y cierta dificultad para respirar en algunos casos.

Se verán afectadas las mucosas de la nariz y la boca, evento que se manifiesta con congestión nasal y encías hinchadas. Por eso, ir al adontólogo debe convertirse en una cita impostergable.

El flujo vaginal, el estreñimiento, la pigmentación de la piel, el dolor de espalda, las várices y las odiosas estrías, todos serán padecimientos menores o mayores dependiendo de las medidas que se tomen al respecto.

Por ejemplo, nunca se debe salir de casa sin bloqueador y es preferible caminar distancias cortas (en lugar de ir en carro). Posponer la compra de un aceite de almendras no es bueno y abusar de la comida aumentará el sobrepeso y pondrá en una situación difícil a las piernas y espalda.

LOS OTROS EXÁMENES.

Es oportuno continuar con las visitas médicas mes a mes, para vigilar el aumento de peso, la presión y el correcto crecimiento del útero. Los chequeos no varían mucho si las condiciones de la madre y el feto son óptimas; se agrega igualmente una revisión de pies y manos.

Los exámenes son los mismos del período pasado, pero se repiten con el ánimo de hacer un seguimiento, aunque no serán necesarios los del SIDA y hepatitis. El ginecólogo pedirá una ecografía, en la que muy factiblemente podrán ver el sexo del bebé, pues los órganos genitales se gestan en esta etapa. Ese mismo examen también determina si el útero y la placenta son adecuadas, al igual que la cantidad del líquido amniótico.

TERCER TRIMESTRE.

Cuando se piensa que más kilos no se pueden ganar, llega la verdadera etapa de la redondez. En esta recta final se deberá dejar de hacer ciertas actividades, como viajar en avión, y otras tantas simplemente serán imposibles de realizar para alguien que no se puede ver los pies.

Algunas veces la hinchazón anuncia una retención de líquidos, que al no ceder, puede pasar de las manos y piernas a la cara y a otras zonas, alertando la posible presencia de preeclampsia, un padecimiento que, sumado a lo anterior, aumenta la presión arterial y puede incluso dañar seriamente al bebé.

Sin embargo, la característica principal de este período es la aparición de contracciones. Estas se dan desde la semana 27, más o menos, pues el cuerpo necesita practicar y tener la suficiente fuerza para el parto, pero también ayudan a llevar más sangre a la placenta, razón por la cual el útero se endurece mientras están presentes.

Para contrarrestarlas es útil cambiar de posición, recibir un masaje en la espalda o darse un baño caliente, por lo menos hasta que lleguen las definitivas.

mientras tanto, el bebé seguirá ganando tamaño y madurando los pulmones, pues al nacer los usará por primera vez. Hasta las pestañas y uñas están formadas, lo que hace posible la supervivencia de los sietemesinos. Por ende, para esta fecha todos los órganos y sentidos del bebé están funcionando. Una mala señal será precisamente la falta de movimiento en un tiempo considerable (más de un día por ejemplo).

LAS ÚLTIMAS VISITAS.

Hacia la semana 32, el control que antes se hacía de manera mensual será más recurrente para evitar cualquier tipo de complicación. De todas maneras, hay alarmas que deben llevar a una consulta en todos los casos: dolor abdominal agudo, dificultad respiratoria considerable, hinchazón en la cara, manos y pies, y la ausencia o exceso de movimiento del bebé.

Por lo demás, se le realizará un tacto vaginal para identificar una posible dilatación, pues el bebé se pondrá de cabeza, listo a usar el canal de nacimiento. Le harán ecografías si el caso lo requiere, pero sobre todo se deben hacer todos los preparativos necesarios para salir corriendo en cualquier momento al hospital.

Se recomienda no viajar en avión después de los 7 meses de gestación, pero si es necesario se podrá hacer con una autorización médica y un compromiso firmado por la madre, en el cual absuelve de toda responsabilidad a la aerolínea.

Cuando se trata de conducir un automóvil, no hay contraindicación alguna, aunque lo mejor es ir acompañada.

Entre la semana 36 y la 40 terminará la espera. Y el juicioso cumplimiento de las rutinas alimenticias, la constancia de los ejercicios y estiramientos, el uso de alternativas relajantes como el yoga, las posibles complicaciones contempladas a través de los exámenes, al ingesta de los suplementos nutricionales requeridos y la adecuada preparación para el parto, serán garantía de un final feliz en todo este maravilloso proceso del embarazo.

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